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MODERNIDAD EN COLOMBIA Y EL MUNDO.

Progresismo o Deshumanización.

 

La modernidad se define como el conjunto de cambios en los ámbitos técnicos, artísticos y científicos que se dieron en la humanidad a finales de la Edad Media Baja y a principios del siglo XV.  La modernidad se originó en Europa y luego se expandió por todo el mundo en los años venideros y en nuestros días sigue vigente el avance de la modernidad.

Los avances científicos y técnicos asombraron al mundo durante el Renacimiento, sin embargo estos avances trajeron consecuencias nefastas para la humanidad.  El desarrollo de la máquina a través de la ciencia, ha deteriorado notablemente la calidad de vida en el mundo, hecho que en la actualidad se puede apreciar y cada vez más está causando un gran impacto en la humanidad. De hecho, como resalta Ernesto Sábato en su ensayo “Hombres y Engranajes” acerca del siglo XIX y su Revolución Industrial: “Ese siglo en que todos los males de la humanidad iban a ser resueltos mediante la Ciencia y el Progreso de las ideas”[1], la humanidad tenía la expectativa de que los conflictos en el mundo iban a ser resueltos con el auge de las grandes industrias y maquinarias, la aparición de aparatos eléctricos y electrónicos y el despliegue económico de los países desarrollados. En vez de resolver los problemas,  la Ciencia y la Máquina conspiraron contra la humanidad y tal conspiración se puede apreciar en los horrores de las dos guerras mundiales del siglo XX, la contaminación del ambiente por parte de las industrias en nuestros días, y el aumento de la pobreza, el desplazamiento forzado y  la miseria del mundo.

Es claro que al terminar el periodo medieval, los hombres empezaron a aplicar los criterios de la razón para formular las novedades técnicas, científicas y artísticas que tuvieron éxito, en contraste con dicho periodo, donde todo pensamiento giraba en torno a Dios y a la Iglesia.  Con la sociedad antropocéntrica en el Renacimiento, el hombre concibió sus ideas usando la razón. Gracias al uso de la razón, los grandes maestros de la literatura y la pintura crearon el naturalismo, movimiento que pretendía mostrar la naturaleza y los seres vivos tal cual como los creó Dios. El hombre se maravilló ante tanta belleza y equilibrio de la naturaleza, por lo que deseaba mecanizarla, así que utilizó la razón para dominarla. No obstante, el hombre terminó dominado por la máquina. Hoy en día, la anterior afirmación es válida puesto que la aparición de dispositivos de última generación (computadores, televisores, teléfonos celulares, la Internet, dispositivos inteligentes y muchos otros aparatos contemporáneos) en lugar de ser utilizados como una necesidad para simplificar nuestras labores cotidianas, han terminado subyugándonos, es decir dependemos de tales objetos constantemente, y a la larga terminamos pareciendo robots u hombres mecanizados y consumistas.

Otro aspecto en que el hombre moderno hizo hincapié por medio de la razón fue la abstracción. Con ella, pudo desarrollar ciencias puras como las matemáticas y la física, dos ramas de la ciencia que permitieron representar los avances técnicos, la explicación de todo fenómeno natural, cuantificar el tiempo, y desplazarse a lugares lejanos para promover el desarrollo moderno. Las abstracciones marcaron una gran diferencia entre el pensamiento moderno y el pensamiento medieval: el señor feudal poseía su terreno y sus siervos. Solo veía de lo que producía su terreno y veía el tiempo como una cualidad, o sea se guiaba de los estados de la naturaleza para medir el tiempo. El individuo moderno al aplicar las abstracciones al mundo real pudo expandirse hacia otras ciudades, países foráneos y tierras ignotas gracias a inventos como la brújula, las cartas de navegación y el reloj, objeto cuantificó el tiempo o bien midió el tiempo. De ahí que en la Edad Moderna surgiría el pensamiento capitalista mecanizado, filosofía que se sigue aplicando en los países desarrollados para el avance científico y económico en la actualidad. La sociedad capitalista moderna se ha caracterizado por apoyar las revoluciones industriales y económicas en los dos siglos anteriores al nuestro, sin embargo el capitalismo también ha explotado a la humanidad debido a que este sistema plantea la propiedad privada en una sociedad, los privilegiados de la propiedad privada en la sociedad son las personas de clase alta y las clases media y baja son excluidas o no son privilegiadas. La propiedad privada se refiere a privilegios como la gestión de la salud, educación, empleo, vivienda, etc.

En vista de la problemática del capitalismo moderno, me remito al ensayo de William Ospina “Donde está la franja amarilla”, donde el autor emite el siguiente argumento: “los viejos comerciantes que, preocupados por sus interese privados, se impusieron en el gobierno de la joven república para bloquear toda posibilidad de una economía independiente y permitieron que el país siguiera siendo un mero productor de materias primas para la gran industria mundial y un irrestricto consumidor de manufacturas extranjeras”[2].  Como se puede apreciar Colombia no se escapó del conflicto del capitalismo mundial de la modernidad. Los gobiernos de los periodos de Independencia y de los siglos XIX y XX, han sido meros títeres del capitalismo europeo y norteamericano, porque sus planes de gobierno consistieron en ingresar masivamente productos provenientes de dichos países y se han valido de las exportaciones de nuestros productos para satisfacer económicamente a Europa y Estados Unidos, hecho que ha generado toda clase de infamias, atropellos e injusticias a nuestros trabajadores y campesinos (El ejemplo más claro es el actual tratado de libre comercio con Estados Unidos). Además de la economía, el sector social también ha sido víctima de estos gobiernos mezquinos, corruptos y tramposos, porque han ignorado las necesidades de empleo, salud, educación y vivienda de los colombianos humildes y pobres. Como se mencionó en el párrafo anterior en el capitalismo los ricos tienen derecho a gozar de los privilegios de la propiedad privada, y si en algo se han caracterizado los gobiernos colombianos es que han sido gobiernos compuestos por estirpes burguesas que se avergüenzan de ser colombianos imitando patrones y conductas de los extranjeros americanos y europeos. Estos señores explotan y rechazan al resto de los colombianos, por su condición económica, religiosa o étnica, sabiendo que Colombia es un país laico con abundante diversidad étnica, cultural y económica. Por otro lado, estos mismos señores usan a la clase obrera y campesina para fines electorales puesto que compran la conciencia de ellos con mínimos beneficios que no solucionan sus problemas de pobreza, desempleo, falta de educación y cobertura de servicios básicos.

Dado que la modernidad ha oprimido a las sociedades menos favorecidas (África, América del Sur, Central y Las Antillas, Medio Oriente y Asia) nuestro país ha sido y sigue siendo un país marginado por las grandes potencias imperialistas. Los políticos colombianos que han pasado por el palacio presidencial en su mayoría han sido indiferentes al problema de la pobreza y la miseria del país, pero si han prestado atención a las reformas capitalistas de países como los Estados Unidos y los países de la Unión Europea quienes lo que pretendían era beneficiarse financieramente ellos mismos y aún pretenden. A los políticos no les importaba si vendían la identidad colombiana, las raíces ancestrales, la producción agrícola y vivir lejos de los conflictos generados por su nefasto proceder. La consecuencia directa de estos hechos fueron las batallas y revoluciones surgidas en los siglos XIX y XX (Guerras de Independencia, Confrontaciones entre poderes centralistas y poderes federalistas, Guerra de los Mil días, La Masacre de las Bananeras en 1929 en el Urabá por ejemplo) y la rebelión ilegal de algunos sectores de la sociedad, después de la muerte de Jorge E. Gaitán en 1948, líder liberal disidente que proponía reformas económicas y sociales en beneficio de las masas. Esta oposición ilegal trajo más de treinta años de violencia al país y de esta oposición ilegal nacieron grupos armados al margen de la ley es decir las guerrillas que aún siguen haciendo estragos en el país. También surgieron y crecieron los grupos dedicados al narcotráfico que a raíz de la falta de oportunidades laborales en el país, los miembros de estos grupos se lanzaron a la “aventura” del tráfico de cocaína. Hoy en día estos grupos tienen distintas facetas llámense guerrilleros, paramilitares, bandas criminales y narcotraficantes. Finalmente, el alarmante crecimiento del desplazamiento campesino debido a la violencia y la delincuencia en Colombia, deterioró la buena imagen de Colombia y sus habitantes. A manera de reflexión, para que Colombia sea un sitio mejor, debemos apreciar nuestras riquezas culturales, étnicas y económicas y hacer valer nuestra raza ante todo el mundo, especialmente en llamado bloque de países del Primer Mundo.

*Sebastián Ponce

[1]SABATO, Ernesto. Hombres y Engranajes. Editorial Alianza. 1973, p.16.

[2]OSPINA, William, Donde está la franja amarilla. Grupo Editorial Norma. 1996. p. 12

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