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Monopolio y gentrificación.

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Estoy parado aquí al frente de un OXXO, la estantería está abarrotada de chocolatinas Jet, chocorramos, es una tienda llena de productos que conocemos en Colombia desde hace décadas…pero también tienen empanadas de carne y de pollo, arepas de huevo y otras delicias que hacen parte de la tradición culinaria Colombiana. No era así hace unos años cuando llegaron a Colombia las primeras tiendas OXXO, llegaron de México pero sus dueños no son mexicanos. OXXO fue fundada en 1977 en Monterrey, es una cadena de FEMSA (Cocacola Company). Cuenta con 12800 establecimientos en México y cerca de 51 en Colombia.

Durante los últimos años comenzaron a introducirse en distintos sectores de Bogotá, aunque al principio no parecían rentables fueron ganando terreno con sus horarios extendidos y sus ofertas promocionales en general de cerveza (producto básico de la canasta familiar Colombiana).

Los competidores naturales de una cadena como OXXO son las tiendas de barrio tradicionales como “líchigo”…estos “líchigos” cargan una tradición cultural desde los años 50, cuando llegaron las primeras emigraciones de campesinos venidos a Bogotá por la violencia. Esto lo podemos ver en acciones como la compra del mercado diario, el concepto de “fiar”, los helados caseros comunes en los barrios de origen campesino. Sin valorar con nostalgia esta cultura que se conformó por 50 años y que revela dinámicas sociales urbanas al margen de una ciudad no planeada, voy a tratar de mostrar como cadenas como OXXO no solo hacen un desplazamiento directo de competidores menores y de habitantes tradicionales de los barrios sino como también favorecen a un Monopolio centralizado, en esta caso una de las transnacionales más grandes del mundo, la Cocacola Company.

Aunque avalúos serios usualmente no hay, pues para hacerlos se requiere un análisis económico que casi nadie hace, los avaluadores y especuladores toman factores como el transporte, cercanía a centros públicos o comerciales, seguridad, polución, ruido o silencio…tipo poblacional y status quo del barrio, pues en Bogotá este tipo de relaciones sociales es extremadamente importante para los compradores y arrendatarios. Los especuladores hacen una lectura a “ojímetro” (por experiencia) y dan sus veredictos. La cadena OXXO parece apuntar a un público de clase media alta y clase media con capacidad de consumo, vemos como sus objetivos de mercado están en población entre los 20 y 40 años. Los barrios donde se enfocan sus intereses son barrios con una alta concentración poblacional, OXXO le apunta a horarios de un público no familiar, muchos de los barrios que le interesan a OXXO sufren de procesos de gentrificación y los especuladores de finca raíz ven a OXXO como el signo de “mejoramiento” de un barrio. No se trata en este caso que OXXO promueva la gentrificación, se trata de que le conviene bastante. Hablé con unos 5 especuladores de finca raíz para este artículo, todos están de acuerdo en que la existencia de un OXXO da pie a una visión optimista de un barrio en sentido económico, este conocimiento de los especuladores no está basado en conocimientos económicos profundos pero si en el modelo social-económico que ha desarrollado la ciudad en su devenir “si un rico se mete es porque es bueno” me decía una de las compradoras de finca raíz con propiedades en 20 barrios de la ciudad. Así mismo OXXO se convierte en una buena excusa para los vendedores, pueden subir los precios pues OXXO es reflejo de que el barrio es bueno, de esta manera cadenas como OXXO favorecen la gentrificación y la terminan promoviendo. Someter a discusión el beneficio público que una tienda OXXO puede traer a una comunidad no es mi interés en este artículo, sin embargo reconozco que puede existir y ameritaría otro tipo de análisis, en términos reales de seguridad, acceso a servicios etc.

El monopolio ha sido uno de los temas más estudiados por economistas y científicos sociales de todo tipo, para The Economist monopolio es “Cuando la producción de un bien o servicio sin sustitutos cercanos se lleva a cabo por una sola empresa con el poder de mercado para decidir el precio de su salida.” Esto quiere decir que si soy el único vendedor de naranjas puedo decidir el precio de las naranjas. Incluso la sociedad norteamericana ha reconocido el monopolio como uno de los problemas más serios para garantizar la libertad de mercado. El monopolio es también un atentado directo a la democracia pues los grupos monopolistas usan en general su poder para beneficiarse y afectar la posible competencia. En Colombia en el 2013 hubo un intento de ley anti monopolio en el sector de las comunicaciones http://www.portafolio.co/…/proyecto-ley-antimonopolio-colom… se vio frustrado precisamente por los grupos de lobby de las compañías involucradas. Un monopolio también llega a tener la capacidad de encarecer el producto y bajar la calidad del mismo. En el caso de OXXO el intento de monopolizar el mercado de tiendas afecta a muchos Colombianos ya que el gran profit del negocio no queda en los vendedores y sus familias como era el caso de los “líchigos” sino en la compañía, a los tenderos de OXXO se les paga el salario mínimo mientras una tienda tradicional líchigo puede producir entre 3 y 4 millones de pesos, todo esto sin contar las numerosas chasas “ilegales” que sufren también por la existencia de los OXXO.

Siendo así la Coca Cola Company a través de OXXO se queda con una buena porción del mercado, afecta a las familias de tenderos, monopoliza, promueve la gentrificación y se beneficia de ella.♦

Diego Aretz es fundador y editor de Interference Channel

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