Harry Rowohlt es del carajo (zur Quelle)
Informe literario desde Berlín
La revista Zur Quelle, publicación literaria de la Universidad de Potsdam, acaba de publicar una nota sobre Harry Rowohlt, escritor, traductor, columnista y actor quien, con su barba de Karl Marx, ha divertido a los lectores de Die Zeit en los últimos años. Rowohlt tiene un destino literario: su padre, Ernst, fundó en Leipzig, en 1908, la editorial a la que le dio su nombre (Rowohlt Verlag), que ahora cuenta con una sucursal en Berlín. Rowohlt a publicado a autores como Ernst von Salomon, Paul Auster, Truman Capote, Albert Camus e Italo Svevo, entre otros. Su madre, Maria Pierenkämper, actriz del Schillertheater de Berlín y de la Schauspielhaus de Zürich, coleccionó distintos maridos hasta llegar a Rowohlt y murió en 2005 en Hamburgo.
He aquí la nota de Canan Denli sobre el autor:
Wenn man jemanden toll findet, sollte man es immer sagen. Warum nicht auch mal nett sein? Wer freut sich nicht darüber, dass man toll gefunden wird. Harry hört das sicher auch gern. Wir beide haben uns natürlich nie getroffen, außer in meinem Kopf. Und wie haben wir da gelacht, gesoffen und geraucht. Obwohl er nicht mehr trinkt – wegen seiner Polyneuropathie, habe ich gelesen. Eine Krankheit, die er nur empfehlen kann. Trotzdem ist er seit 1996 Ambassador of Irish Whiskey.
Manche würde vielleicht sagen, Harry sehe aus wie ein Obdachloser – oder wie Marx. Tatsächlich spielt er, wenn er Zeit hat, einen Obdachlosen namens Harry in der Lindenstraße und die politische Richtung stimmt auch. Mit einer Rolle in einer irrelevanten Fernsehsendung hat man es geschafft: Die meisten würden sich zurücklehnen und von einem Berg Drogen und schnellem Sex begraben lassen. Nicht so Harry. Er ist der next level shit. Er schreibt, er übersetzt, er rezitiert. Schriftsteller, Kolumnist für die Zeit (Pooh’s Corner), sprachbesessener sowie genialer Übersetzer und wenn Harry vorliest, wird auf einmal alles gut, so als müsse man nie mehr früh aufstehen. Seine Lesungen sind überlaufen und die Karten sind begehrter als Fettiges nach einer langen berliner Nacht. Die Eddie Dickens Bücher von Philip Ardagh sind vielleicht eine seiner besten Übersetzungs- und Lesearbeiten. Wenn man es so drauf hat wie Harry, wenn man so klug und witzig, wenn man so verliebt in die Literatur ist, dann bleibt nur zu sagen: Harry, du bist großartig! Oder wie er selbst seine Coolness beschreibt: „Wenn man in seiner Jugend ein Hippie war und sich einigermaßen treu geblieben ist, sieht man eben als alter Sack aus wie ein Penner und nicht wie Joschka Fischer.“
Si alguien le parece genial a uno, habría que decirlo siempre. ¿Por qué no ser simpáticos de vez en cuando? ¿Y a quién no le agrada que lo encuentren genial? De seguro, a Harry le gustaría oírlo. Por supuesto, nosotros nunca nos vemos visto, salvo en mi mente: nos reímos, nos emborrachamos, fumamos. Bueno, él ya no toma -a causa de su polineuropatía, según he leído. Una enfermedad que el no se cansa de recomendar. Cosa que no le ha impedido ser embajador de Irish Whiskey desde 1996.
Muchos dirían, quizás, que Harry tiene pinta de indigente -o de Marx. Y es verdad que, cuando le queda tiempo, hace el papel de un indigente llamado Harry en la Lindenstraße, y esa inclinación política le sienta bien. Eso se logró con un papel en una serie de televisión sin importancia: casi todo el mundo se habría echado a descansar y a dejarse sepultar bajo una descarga de drogas y de sexo rápido. Pero no Harry. Con el la vaina es a otro nivel. Escribe, traduce, hace lecturas públicas. Escritor, columnista de die Zeit (Pooh’s Corner) con una obsesión por los idiomas, así como genial traductor. Cuando Harry recita, parece que todo vuelve a andar sobre rieles, como si ya no tuviéramos que levantarnos temprano nunca más. Cuando da conferencias, la sala está que se desborda, y la gente busca las boletas como si un döner kebap grasoso tras una larga noche berlinesa. La serie de Eddie Dickens escrita por Philip Ardagh es tal vez una de sus obras maestras, tanto su traducción como sus lecturas. A un tipo como Harry, a un tipo inteligente y gracioso, a un tipo tan enamorado de la literatura solo puede decírsele: Harry, ¡eres genial! Él mismo describe así su propia “coolness”: “Cuando uno fue hippie cuando joven y sigue siendo más o menos fiel a sí mismo, termina pareciendo un vejete o un gamín. No como Joschka Fischer.” (Exministro del Exterior de Alemania, en otro tiempo joven revolucionario).
Roberto Salazar M.