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Abstracciones interferentes

Comentarios sobre la obra de Iván Candeo

 

En un primer intento, al hacer una aproximación crítica a esta obra de Iván Candeo se podría caer en la tentación de enmarcarla dentro de las tradicionales categorías de análisis para una obra abstracta, girando en torno a relaciones cromáticas, formales, etc. Algunos incluso irían más allá e indagarían sobre la influencia ejercida por la herencia del arte cinético venezolano, véase Jesús Soto, Carlos Cruz-Diez o Alejandro Otero, por nombrar sólo a los más representativos de este movimiento, investigador de los efectos del color y el movimiento en la pintura y la escultura del siglo XX.

Sin embargo, nuestra visión cambia drásticamente al reconocer poco a poco el contexto que rodea estas rigurosas franjas verticales multicolores que “flotan” sobre diversos puntos de la ciudad de Caracas. Unos abandonados montículos de materiales de construcción;  un contenedor de basura rodeado de bolsas que algunos no acertaron a depositar; una señora intentando cruzar una avenida sin ninguna cortesía para el peatón; un espacio disponible desde hace tiempo para publicidad o una blanca “caja de zapatos”; insípidos edificios de viviendas construidos  por el régimen chavista, son algunos de los elementos que rodean la propuesta.

Elementos estos que no hacen más que recordar la atmosfera actual de Caracas a  los que la han visitado o residido en ella. Triste, abandonada, desanimada. Paralizada, como el aviso de señal de televisión interrumpida  que rememora Candeo.

Y quizás aquí está el gran valor de esta obra, a primera vista abstracta y descontextualizada: el poder de algunos objetos anticuados, anacrónicos (la señal suspendida de televisión) que al ser insertados dentro de un nuevo sistema suponen un choque, un encuentro inesperado, que produce sorpresa sobre la vida cotidiana, y que se convierte a su vez en productor de recuerdos. Es la acción del recuerdo, donde el sujeto presente y un objeto de tiempos diferentes  se entrelazan para revolver el orden cultural imperante.

Esta acción del recordar no es cotidiana. Requiere un esfuerzo reflexivo y creativo, pero es una búsqueda que puede restituir al sujeto la capacidad de discusión, de confrontación, de duda, de sospecha. Algo totalmente vital dentro de órdenes totalitarios  como el chavista, donde la opinión propia es anulada. He aquí la gran interferencia de Candeo. ♦

Angel C. Ziems

Arquitecto, Columnista.

 

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