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Meriem Bennani en conversación con Julie Cangrand

Meriem Bennani es una artista marroquí basada en Nueva York. Descubrí su trabajo en una revista gratuita que encontré en el List Visual Arts Center del MIT, en Cambridge. Me dio curiosidad que fuera de mi generación, que se hubiera graduado de la Escuela Nacional Superior de Artes Aplicadas de Paris, y que ahora estuviera viviendo en Nueva York. Cuando visite su website, me enamoré enseguida de la frescura y acidez, del absurdo y humor presentes en su trabajo; también me maravillo la proeza técnica de sus piezas. Desde ese día, la sigo en Instagram, y me encanta volver una y otra vez a su trabajo. Es como tomarse un respiro, echarse una risa, y ver las cosas de otra manera. Meriem también tiene un estudio de creación con su hermana Zahra, llamado Jnoun, donde diseñan y ponen en escena inspiradas colecciones de ropa – Jnoun significa espíritus malignos o demonios en la cultura árabe de África del Norte.

La pieza que elegimos para la portada de esta edición es sacada del catálogo de Fardaous Funjab, uno de los últimos proyectos de Meriem. Fardaous Funjab (2015) es una serie de episodios de un reality show cuya protagonista es Fardaous, una diseñadora de vanguardia marroquí de “hiyab” (velo islámico), cuyas piezas son pensadas para el dia a dia de la mujer musulmana moderna. Como Meriem aclaró en otra entrevista, si bien este proyecto tiene mucho humor crítico, Fardaous siendo claramente un personaje extravagante, tampoco se trata de una crítica o de una burla al velo o al islam. Como en toda su obra, Meriem está más bien interesada en mostrar cómo evolucionan nuestros códigos estéticos y culturales, y en este caso, cómo el velo pasa de ser un objeto o simbolo uniformizante hasta convertirse en una accesorio a través del cual la mujer musulmana puede expresar y transmitir su individualidad.

Entrevista realizada por email en marzo 2016 (traducida del inglés al español)

(Julie) Tu página web no presenta ningún texto y tampoco acompañas tus proyectos de una descripción. Alguna razón?

(Meriem) Creo que la mayoría de mis proyectos hablan por sí solos. Me gusta trabajar con símbolos y lenguajes que tomo de la estética del documental, del dibujo animado, de la cultura pop o de la televisión. Todos estos lenguajes dependen de significantes universales, por esto añadirle texto quizás sería redundante? Pienso en términos de imágenes y narrativas, y estas narrativas se inscriben dentro de mis proyectos más que alrededor de ellos. También me importa mucho dejarle suficiente espacio al espectador. Pero la verdad es que nunca pensé en poner texto en mi website!

En tus obras, te apropias y subviertes formatos comunes y corrientes de comunicación que se dan en Instagram, Youtube o en los reality shows. Me pregunto si también es importante para ti volver a insertar tus obras en estos canales de comunicación? Cómo decides “comunicar” o “difundir” tu trabajo y tus ideas en este entorno?

Estas son problemáticas acerca de las cuales estuve pensando muchísimo recientemente. Con Fardaous Funjab, que es un reality TV show sobre el cual he estado trabajando en los dos últimos anos, estoy viendo las limitaciones del arte restringido por la galería. Todos los episodios del reality show ya están escritos, el proyecto tiene mucho que ver con simular el carácter de Fardaous y generar este lenguaje propia del TV show. Estoy pensando que presentarle el show a canales de televisión o series web quizás sería más acorde con el proyecto y con el ejercicio performativo que hay detrás. Al mismo tiempo, hasta ahora el proyecto sólo ha sido proyectado y presentando como arte. Me gusta la idea de presentar arte online porque es más asequible, aunque instalar el proyecto en el espacio de una galería también expandiria su potencial escultural. Cada episodio podría existir dentro de una instalación particular o de un stand específico! Ves? Estoy justo pensando en todo esto y tratando de tomar decisiones sobre la trayectoria de este trabajo. Me encantaría saber cómo otros artistas se plantean estas preguntas!

El último artículo sobre tu trabajo en el T Magazine del New York Times (Felicitaciones!) se titula “The Absurdist Hijabs and Instagram Wizardry of One Millennial Artist”. Esta etiqueta de milenial artist me sorprendió bastante, es como si un milenial artista se define según que trabaja en/sobre/acerca de Instagram… Qué opinas al respecto?

Gracias! No creo que el título tenga mucho sentido la verdad. Por lo que he entendido, el periodista no es el que propone los títulos, los escribe otro editor. Pienso que la palabra “millenial” fue una manera eficiente de vender el articulo a una cierta generación de lectores o presentar un estilo de obra a los que navegan entre los títulos del T Magazine. La gente ha estado abusando mucho de las palabras Millenial y Post-Internet, ya no tienen mucho significado porque a estas alturas, son términos rehechos para hablar de lo que sea que sea contemporáneo y producido por artistas menores de 35 años. Al menos de que me estuviera perdiendo de algo…

En este mismo artículo, me gustó mucho tu analogía de trabajo VS juego, laborioso VS placentero sobre tu modus operandi para a la vez transmitir esta idea de goce VS progreso, calidad de vida VS desarrollo, que ocurre en tu país natal, Marruecos. Colombia todavía es, y hace ya mas de 30 años, también un país en vía de desarrollo. Vives actualmente en los Estados Unidos. Cómo este desplazamiento geográfico informa tu trabajo y la mirada que tiene sobre tu país de origen? Ves una diferencia entre cómo se comunica allá y acá?

A esta altura, las fronteras se sienten muy borrosas, porque he estado yendo y viniendo, entre el hecho de que llevo diez años viviendo afuera y que estoy constante y diariamente viajando gracias a las redes sociales y al internet. De cierta manera, producir arte en este contexto tiene que ver más con la complejidad y diversidad de puntos de vista que con el hecho de tener una perspectiva cultural específica. Un elemento que quizás es común entre los países en vía de desarrollo es su contenido cultural que es principalmente importado. Cuando era una niña y adolescente en Marruecos, la mayoría de la televisión, música y literatura a la cual tenía acceso venía de Francia y Estados Unidos. Hoy en día, se producen más contenidos locales. Quizás pasa lo mismo en Colombia? Estos productos culturales importados crean una educación cultural más globalizada, y a la vez una conciencia o división constante entre referentes locales e internacionales. La flexibilidad que da esta crianza y educación multicultural es quizás donde radica la diferencia de percepción y comunicación entre Marruecos y Estados Unidos.

Para terminar, el humor es uno de los recursos que más utilizas en tu trabajo. Como ha sido su recepción en los Estados Unidos? Por experiencia personal, tengo el sentimiento de que los Estados Unidos son un país más bien serio, especialmente cuando de arte se trata. Cuál ha sido tu experiencia al respecto?

Pienso de hecho que a la gente le gusta mucho el humor en el arte. Fui recién a una charla performática de Casey Jane Ellison, The Fake art of Sex and the City en el Instituto Suizo y fue demasiado inspirador. Casey Jane Ellison tiene obras en museos y es a menudo presentada como artista. Su performance era para morirse de la risa, muy crítica y tenía mucho que ver con el stand up, aunque el género de la obra al final no importa. La cualidad de su performance y de su humor hacen que el trabajo es súper serio e importante. Me acuerdo que cuando descubrí el trabajo de artistas como Dynasty Handbag, caí en cuenta de que se podía hacer arte basado en la comedia y que eso está bien. El humor atrae a la gente automáticamente. Sí pienso que la gente se toma en serio el arte acá y en todos lados, pero esto también incluye tomarse en serio el arte que es chistoso.♦

*Julie Cangrand es curadora e investigadora francesa, radicada en Boston. 

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