En medio. Por Valentina Gutiérrez
Los artistas que conforman En medio dan cuenta de la producción plástica contemporánea en Bogotá. Los une la pintura pero sus usos y aproximaciones van desde lo poético hasta lo político, desde lo íntimo y meditativo hasta las obras hechas por encargo. Hablar de pintura trae una carga histórica impuesta y una decisión de “revivir” este medio que se ha declarado muerto en muchas ocasiones. La pintura es un referente sobre lo que es el arte y esta universalidad hace que sea imposible serle indiferente.
Desde la colección de Proyecto Bachué, a partir de la cual me he acercado al arte, se piensan las obras como evidencia de su propio tiempo, como testigos de algo que pasó y en este sentido es más importante pensar en el contexto de su producción y no solo en lo que formalmente dicen. Veo las obras como parte de un relato más grande, lo que implica que mi experiencia sensorial pase a un segundo plano.
La pintura contemporánea entonces supone un problema, pues al no poder leerla dentro de un contexto lejano recurro a lo que veo, a lo que siento, a valorarla por sus capas; a pensar en una producción más íntima de la pintura, a preguntarme cómo la hizo el artista, a buscarme dentro de las formas y colores y no analizar el efecto político que tuvo en su tiempo, porque lo está teniendo en mí.
Parafraseando a Joseph Brodsky en su discurso de aceptación del Premio Nobel, una obra de arte se dirige a una persona tête à tête sin ninguna mediación. Siento que esto es particularmente cierto con la pintura. Exige humildad, silencio y un espectador dispuesto a recibir sus tiempos. Para encontrarme con una pintura debe darse una concurrencia única, una afinidad con la obra.
¿Cómo pueden estos artistas preocuparse por habitar poéticamente cuando están en medio del contexto colombiano determinado por el conflicto, la precariedad y la corrupción?[1] Esta pregunta se puede responder con otra pregunta ¿Lo hacen como resistencia? ¿Es una búsqueda de la des-ocupación?[2]
En medio es un grupo de obras y textos que implícitamente dialogan con estas preguntas, presentes desde que mi rechazo por la pintura se convirtió en un interés genuino por entenderla. Son artistas que pasan de hacer a hablar sobre lo que hacen y esto ha hecho que sea más digerible. A parte de presentar las obras, cada uno escribió un texto que nos permite –a los que no hablamos el lenguaje de la pintura– acercarnos con nuestro propio lenguaje y, a partir de la traducción, entender con más claridad, poniéndonos en una posición menos vulnerable.♦
*Valentina Gutiérrez contribuye para IC desde 2016
Artistas participantes
Alejandro Salcedo, Bernardo Montoya, Camilo Leyva, Daniel Salamanca, Eduard Moreno, Gustavo Niño, Juana Anzellini, Margaret Mariño, maría José Chica, Mateo Cohen, Nicolás Gómez, Sergio Páez, Verónica Lehner.
Información:
La colectiva En Medio
hasta el 8 de julio 2016
Horario: lunes a viernes de 10am a 6pm, sábados de 11am a 2pm
Entrada libre
Espacio El Dorado (carrera 4ª 26C-49, barrio La Macarena)
[1] “…Poéticamente habita el hombre…”. Conferencia de Martin Heidegger. 1951. Traducción de Jorge Serrano Cabezas.
[2] “[…] (des) ocupación: no pensar en otra cosa que el momento presente, no gozar de otra cosa que del puro sentimiento de la existencia y, llegado el caso, del placer de compartirlo con un alma igualmente sensible.” (Ranciere, 2013. P. 64) Este estado “no es la pereza. Es el goce del otium. El otium es en puridad el tiempo en el que no se espera nada, un tiempo justamente prohibido al plebeyo, a quien el desvelo por salir de su condición condena a esperar siempre el efecto del azar o la intriga. No es la desocupación sino la abolición de la jerarquía de las ocupaciones” (Ranciere, 2013. P. 64)